domingo, 3 de octubre de 2010

ESTIMADO HENRY:

Dicen las malas lenguas que estas pensando tomar represalias con los alumnos…. ¿Sabes lo que va a pasar si haces eso?
Este escándalo va a llegar a magnitudes que jamás pensaste porque ya hemos conseguido copia de las resoluciones de la primera denuncia que te hicieron por cobros indebidos a los alumnos cuando juan manuel era rector… y cuyo expediente  hiciste desaparecer con tu amiguito “el cuervo” en aquel entonces vicerrector y si bien es cierto el expediente desapareció… estamos negociando con las personas que tienen las copias de las resoluciones….
Es más… también estamos buscando copias de lo actuado en la segunda denuncia cuando lo botaron al “gato” y tu libraste por poco y que era también por cobros indebidos a los alumnos… y cuyo expediente también hiciste desaparecer con ayuda de tu amigo “el cuervo” quien ya era rector …
Dicen que a la tercera va la vencida… ¿tu qué opinas al respecto?

125 comentarios:

  1. Dicen los comentarios que Polanco quieres hacer entrar a su pata "Gato" a ingenieria Ambiental, para hacer lo mismo que en metalurgia, cobrar a los estudiantes.

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  2. los que no enseñan nada en el Escuela de metalurgia son:

    La dizque ingenieria Daysi que no tiene cerebro y solo usa el cerebro del Ing Vargas

    El ing Carcausto que no se le entiendo de que dice, y vende su libro es copia de otro

    el ingeniero Ceviche y Pedro que no saben donde estan parados.

    El pipetas, polanco , veliz , medina,ascuña,zea aparte que no saben nada, estan atrasados, viven en su burbuja

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  3. oie pero que imbecil lo del segundo comentario, yo lleve piro y tecnologia con polanco y en toda la escuela a sido el mejor ingeniero, aya ustedes k son una sarta de burros k no pueden aprobar, del resto hablen lo k kieran pero de polanco mmmmmm

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  4. Las tecnologias son emergentes no se congelan en el tiempo, si me aprendo bien el padre nuestro sin saber que es una misa no me puedes decir que soy un cura, sin ofender a los feligreses

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  5. solo se tira piedras al árbol que da frutos

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  6. MIREN A MI MUJER COMO ME DEFIENDE... SEGURO QUE ES UNA DE MIS PERRAS .... SALUDOS PARA MI PATA IVAN...

    GRACIAS CEVICHE POR TUS COMENTARIOS DE APOYO Y PA TI TAMBIEN PEDRITO ....LOS LLEVO EN MI PAJARO... DIGO EN MI CORAZON...

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  7. CARAJO DA GUSTO VER COMO MIS PARROQUIANOS ME DEFIENDEN.... A MITAD DE PRECIO LAS TESIS PARA ELLOS...
    VIVA EL PERU CARAJO¡¡¡¡¡¡

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  8. DICEN QUE SOY UN ARBOL.... PINGON Y HUECO POR DENTRO¡
    YA CARAJO NO SE RIAN....

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  9. ING. QUE APOYA CACHIMBOS8 de octubre de 2010, 17:01

    YO POR EJEMPLO ESTOY DISPUESTO A APOYAR A TODOS LOS CACHIMBOS QUE ME MANDE MI PAPI VIOLANCO Y DARLES PRACTICAS REMUNERADAS EN MI PUESTO EN EL AVELINO..................

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  10. yo siempre he dicho que estos son toditos unos corruptos y una sara de idiotas........toditos........ menos YO¡¡¡

    que chulas e ries... creo que me tienes un saldito????????

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  11. a mi no me impoorta lo que dgan estos ssssstupidos.... mientras no corran la voz que mi chaplin es "LA PIRULA" y que me gusta la mostaza......

    matense entre ustedessssssssssssss......valorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr

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  12. por que no son como yo que humildemene cobro 20 pelucas por pregunta antes de los examenes y caleta nomas los apruebo a toditos y bratito nomas....

    sino preguntenble a mi chacal "EL TOPO"..... y de paso ahagan su presuspestop.....

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  13. yo no se porque estos huevones hacen tanto escandalo.... no pueden ser como yo ........ caleta nomas.......

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  14. la cargada que el chisme esta que quema y se sacan los trapitos al fresco.... pero antes que me salpique la mierda mejor me voy a hacer mis planos desde mi balcon......

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  15. en ves de joderme a mi deberain joder a FLORENCIO...... que solo funca con su AYUDIN....

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  16. FLORENCIO CHOQUE HUANACO9 de octubre de 2010, 8:48

    ya dejense de huevadas.... no quiero que la tegen se entere que enseño meta 1 y 2 de tercero.... pta que baje de mi tierra y me puse u apellido maso micky pa que no me hagan rochabus , pero ya tan que quieren joder.....

    jodanlo al HOMBRE FELIZ que le gustan las VEINTEAÑERAS...............

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  17. no jodas pe CARLITOS.. digo FLORENCIO , ademas que bien sabes que a mi me gsta el lomo fino y en metalurgia no hay por eso mejor hhago mi feria en INDUSTRIAL........

    oe DANIEL defiendeme pe huevon....

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  18. DANIEL SALVADOR SILVA ARCE9 de octubre de 2010, 8:51

    ya dejense de joder.... o sino ya no les va a tocar su mordida de las donaciones.....

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  19. todos los cursos deberian desaparecer y solo llevar simulacion en todos de primero a quinto.....

    y sobre todo los cursos de henry que no sirven ni para limpiarme el ANIS.....

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  20. JAVIER HANZ LAZARTE TREVIÑO - CEVICHON9 de octubre de 2010, 8:58

    ya pe dfejen de joderme put que les cobro brato y encima joden no saben que gano 600 ucas mensuales, esa huevada no me alcanza para el vicio......
    entonces tengo que cachuelearme pe....

    imaginense si mis 600 no me alcanzan como estara el pobre MAMUT que gana 480 lucrecias nomas.......
    ni para pagar las putas del cinderela.......

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  21. MAMUT DE LOS THUNDERCATS9 de octubre de 2010, 8:59

    desahuevate ceviche porke te acuso con mi api decano y te levnato en peso...............

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  22. por siaca a los quee estaban pensando ir a joder as mi casa de urb.la florida en bustamante..... tengan ciudado poruqe tengo un perro feroz en la puerta.... se llama PEDRO MAMANI....

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  23. ya pes derly deja q la tegen saque su comision nomas......y deja de suprimir los comentarios que no te convienen...o acaos no te enseñaron en la cana que hay q ser caleta nomas.....el pecado se puede perdonar pero no el escandalo ys pes no te hagas el morla is tu tb tienes rabo de paja

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  24. el metaloco es un enfermo mental que no sabe que hacer y si tiene su asesor es peor que él. Los cobardes solo joden en el anonimato, pena da saber que existen estudiantes de esta calaña

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  25. la ptm derly deja a la gente en paz...mira que por tu culpa polanco ya se jueee...que culpa tiene el de que tu ses mas rata y encima burro de no poder aprobar un curso que es de tu carrera...encima si esq supieras algo de ella...mejor no hablemos de tu carrera delincuencial...o no mi querido y estimado derlyncuente alias tatan....encima como eres envidioso de que otra gente pueda arreglar y tu no...o si esq pudieras hacerlo todos te repudian como la peor escoria que res ...te das el tiempo para hacer q este remedo de blog tarte de decir lo que tu no puedes abiertamente....si de verdad quiseras cambiar todo loque sucede en metalurgica ...empieza por decir tus verdades a titulo personal...no siendo tan cobarde de esconderte tras de una pantalla

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  26. el amigo de ahi arriba tiene razon....claro como no hay quien te reclame de los faenones que hiciste en tu tiempo de gloria...eres tan conchudo de querer atornillarte en la universidad y hacer lo que tanto criticas en otras persona.....la nevidia te corroe de no poder morder y agarrar plata q otros si pueden...como dicen por ahi el que puede puede y el que no...aplaude nomas.

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  27. ALGUNOS LINKS DE INTERES
    http://www.scribd.com/doc/39346784/Notas-Robert-Fuentes
    http://www.scribd.com/doc/39346752/Notas-Panacho-Jose-Paredes
    http://www.scribd.com/doc/39346718/Notas-Maria-Fernanda
    http://www.scribd.com/doc/39347229/NOTAS-CESAR

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  28. ASI ES CARACHO FUERA LOS CORRUPTOS

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  29. saquen la libreta de derly zavala diaz alias tatan.... su cui es 19953369 ese webas desde las epocas inmemorables siempre fue corrupto y lloron...que anda extorsionando a los docentes para aprobar y si no lo hacen, los embarra

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  30. LOS SALMOS

    SALMO 1

    Los dos caminos.

    1 Feliz quien no sigue consejos de malvados
    ni anda mezclado con pecadores
    ni en grupos de necios toma asiento,
    2 sino que se recrea en la ley de Yahvé,
    susurrando su ley día y noche.
    3 Será como árbol plantado entre acequias,
    da su fruto en sazón, su fronda no se agosta.
    Todo cuanto emprende prospera:
    4 pero no será así con los malvados.
    Serán como tamo impulsado por el viento.
    5 No se sostendrán los malvados en el juicio,
    ni los pecadores en la reunión de los justos.
    6 Pues Yahvé conoce el camino de los justos,
    pero el camino de los malvados se extravía.

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  31. SALMO 2

    El drama mesiánico

    1 ¿Por qué se amotinan las naciones
    y los pueblos conspiran en vano?
    2 Los reyes de la tierra se sublevan,
    los príncipes a una se alían
    en contra de Yahvé y su Ungido:
    3 «Rompamos sus cadenas,
    sacudámonos sus riendas».
    4 El que habita en el cielo se ríe,
    Yahvé se burla de ellos.
    5 Después les habla irritado,
    los espanta lleno de cólera:
    6 «Yo mismo he consagrado a mi rey,
    en Sión, mi monte santo».
    7 Haré público el decreto de Yahvé:
    Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
    hoy te he engendrado.
    8 Si me lo pides, te daré en herencia las naciones,
    en propiedad la inmensidad de la tierra;
    9 los machacarás con cetro de hierro,
    los pulverizarás como vasija de barro».
    10 Por eso, reyes, pensadlo bien,
    aprended la lección, gobernantes de la tierra.
    11 Servid a Yahvé con temor,
    12 temblando besad sus pies;
    no sea que se irrite y os perdáis,
    pues su cólera se inflama en un instante.
    ¡Dichoso quien se acoge a él!

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  32. SALMO 3

    Clamor matinal del justo perseguido
    1 Salmo. De David. Cuando huía de su hijo Abasalón.

    2 Yahvé, ¡cuántos son mis adversarios,
    cuántos los que se alzan contra mí!
    3 ¡Cuántos los que dicen de mí:
    «que no espere salvación en Dios»! Pausa.
    4 Pero tú, Yahvé, mi escudo protector,
    mi orgullo, el que levanta mi frente.
    5 Invoco a gritos a Yahvé,
    y me responde desde su monte santo. Pausa.
    6 Me acuesto y me duermo,
    me despierto: Yahvé me sostiene.
    7 No temo a esas gentes que a millares
    se apuestan en torno contra mí.
    8 ¡Levántate, Yahvé! ¡Sálvame, Dios mío!
    Tú golpeas el rostro de mi enemigo,
    tú rompes los dientes de los malvados.
    9 En Yahvé está la salvación,
    baje sobre tu pueblo tu bendición. Pausa.

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  33. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

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  34. SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

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  35. SALMO 6

    Plegaria en la tribulación
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. En octava. Salmo. De David.

    2 Yahvé, no me corrijas con tu cólera,
    no me castigues con tu furor.
    3 Piedad, Yahvé, que estoy baldado,
    cura, Yahvé, mis huesos sin fuerza.
    4 Me encuentro del todo abatido.
    Y tú, Yahvé, ¿hasta cuándo?
    5 Vuélvete, Yahvé, restablece mi vida,
    ponme a salvo por tu misericordia.
    6 Que después de morir nadie te recuerda,
    y en el Seol ¿quién te alabará?
    7 Estoy extenuado de gemir,
    baño mi lecho cada noche,
    inundo de lágrimas mi cama;
    8 mis ojos se consumen de rabia.
    La insolencia define a mis opresores,
    9 ¡apartaos de mí, malhechores!
    Que Yahvé ha escuchado mi llanto;
    10 Yahvé ha escuchado mi súplica,
    Yahvé acepta mi oración.
    11 ¡Queden corridos, confusos mis enemigos,
    retrocedan de inmediato, cubiertos de vergüenza!

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  36. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  37. SALMO 8

    Poder del nombre divino
    1 Del maestro de coro. Según la... de Gat. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé, Señor nuestro,
    qué glorioso es tu nombre en toda la tierra!
    Tú que asientas tu majestad sobre los cielos,
    3 por boca de chiquillos, de niños de pecho,
    cimentas un baluarte frente a tus adversarios,
    para acabar con enemigos y rebeldes.
    4 Al ver tu cielo, hechura de tus dedos,
    la luna y las estrellas que pusiste,
    5 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
    el hijo de Adán para que de él te cuides?
    6 Apenas inferior a un dios lo hiciste,
    coronándolo de gloria y esplendor;
    7 señor lo hiciste de las obras de tus manos,
    todo lo pusiste bajo sus pies:
    8 ovejas y bueyes, juntos,
    y hasta las bestias del campo,
    9 las aves del cielo, los peces del mar
    que circulan por las sendas de los mares.
    10 ¡Yahvé, Señor nuestro,
    qué glorioso es tu nombre en toda la tierra!

    SALMO 9-10 va al principio

    Dios humilla a los impíos y salva a los humildes
    1 Del maestro de coro. Para oboes y arpa. Salmo. De David.
    Álef.

    2 Te doy gracias, Yahvé, de todo corazón,
    voy a proclamar todas tus maravillas;
    3 quiero alegrarme y gozar en ti,
    tañer para tu nombre, Altísimo.

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  38. Kaf.

    19 No quedará olvidado el pobre para siempre,
    la esperanza de los desdichados nunca se frustrará.
    20 ¡Levántate, Yahvé, no triunfe el hombre,
    sean juzgados los paganos en tu presencia!
    21 Llénalos, Yahvé, de terror,
    sepan los paganos que sólo son hombres. Pausa.

    Lámed. 10

    1 ¿Por qué, Yahvé, te quedas lejos,
    te escondes en las horas de la angustia?
    2 El orgullo del malvado acosa al desdichado,
    queda preso en la trampa que le ha urdido.

    (Mem).

    3 Sí, de su ambición se jacta el malvado,
    el codicioso que bendice desprecia a Yahvé;

    (Nun).

    4 el malvado dice altanero:
    «¡No hay Dios!», es todo lo que piensa.
    5 En toda ocasión triunfan sus empresas,
    tus decisiones le traen sin cuidado,
    desprecia a todos sus rivales.
    6 Dice para sí: «Jamás vacilaré»;
    como en desgracia no se ve, 7 maldice.

    (Sámek).
    (Pe).

    Su boca rebosa fraude y doblez,
    oculta su lengua maldad y perfidia;
    8 se aposta al acecho entre las cañas,
    y asesina al inocente a escondidas.

    (Ain).

    Todo ojos, espía al desvalido,
    9 acecha escondido como león en su guarida,
    acecha para atrapar al desdichado,
    atrapa al desdichado atrayéndolo a su red.

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  39. (Sade).

    10 Espía, se agazapa, se encoge,
    el desvalido cae en su poder;
    11 dice para sí: «Dios se ha olvidado,
    oculta su rostro, no ha de ver jamás».

    Qof.

    12 ¡Álzate, Yahvé, extiende tu mano!
    ¡Nunca te olvides de los desdichados!
    13 ¿Por qué desprecia el malvado a Dios,
    diciendo para sí: «No vendrás a indagar»?

    Res.

    14 Has visto la pena y la tristeza,
    las miras y las tomas en tu mano:
    el desvalido en ti se abandona,
    tú eres el auxilio del huérfano.

    Sin.

    15 ¡Quiebra el brazo del malvado,
    persigue su impiedad sin dejar rastro!
    16 ¡Yahvé es rey por siempre, por los siglos;
    han sido barridos los paganos de su tierra!

    Tau.

    17 El deseo de los humildes tú escuchas, Yahvé,
    confortas su corazón, les prestas atención,
    18 para hacer justicia al huérfano, al vejado.
    ¡Cese ya en su terror el hombre salido de la tierra!

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  40. SALMO 11
    (10)
    Confianza del justo
    1 Del maestro de coro. De David.

    En Yahvé me cobijo; ¿cómo, pues, me decís:
    «Huye, pájaro, a tu monte,
    2 que los malvados tensan su arco,
    ajustan a la cuerda su saeta,
    para disparar en la sombra contra los honrados?
    3 Si están en ruinas los cimientos,
    ¿qué puede hacer el justo?».
    4 Yahvé en su santo Templo,
    Yahvé en su trono celeste;
    sus ojos ven el mundo,
    sus pupilas examinan a los hombres.
    5 Yahvé examina al justo y al malvado,
    odia al que ama la violencia.
    6 ¡Lluevan sobre el malvado brasas y azufre,
    y un viento abrasador como porción de su copa!
    7 Pues Yahvé es justo y ama la justicia,
    los rectos contemplarán su rostro.

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  41. SALMO 12
    (11)
    Contra el mundo mentiroso
    1 Del maestro de coro. En octava. Salmo. De David.

    2 ¡Sálvanos, Yahvé, que escasean los fieles,
    que desaparece la lealtad entre los hombres!
    3 Falsedades se dicen entre sí,
    con labios melosos y doblez de corazón.
    4 Acabe Yahvé con los labios melosos,
    con la lengua que profiere bravatas,
    5 los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza,
    nuestros labios nos defienden, ¿quién será nuestro amo?».
    6 Por la opresión del humilde, por el gemido del pobre,
    me voy a levantar, dice Yahvé,
    a poner a salvo a quien lo ansía.
    7 Las palabras de Yahvé son palabras limpias,
    plata pura a ras de tierra, siete veces purgada.
    8 Tú, Yahvé, nos guardarás,
    nos librarás de esa gente para siempre;
    9 los malvados que nos rodean se irán,
    colmo de vileza entre los hombres.

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  42. SALMO 13
    (12)
    Clamor confiado
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¿Hasta cuándo, Yahvé? ¿Me olvidarás para siempre?
    ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
    3 ¿Hasta cuándo andaré angustiado,
    con el corazón en un puño día y noche?
    ¿Hasta cuándo me someterá el enemigo?
    4 ¡Mira, respóndeme, Yahvé Dios mío!
    Da luz a mis ojos, no me duerma en la muerte,
    5 no diga mi enemigo: «¡Le he podido!»,
    no se alegre mi adversario al verme vacilar.
    6 Pues yo confío en tu amor,
    en tu salvación goza mi corazón.
    ¡A Yahvé cantaré por el bien que me ha hecho,
    tañeré en honor de Yahvé, el Altísimo!

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  43. SALMO 14
    (13)
    El hombre sin Dios
    1 Del maestro de coro. De David.

    Dice el necio en su interior:
    «¡No existe Dios!»
    Corrompidos están, da asco su conducta,
    no hay quien haga el bien.
    2 Se asoma Yahvé desde los cielos
    hacia los hijos de Adán,
    por ver si hay algún sensato,
    alguien que busque a Dios.
    3 Todos están descarriados,
    todos a una pervertidos.
    No hay quien haga el bien,
    ni uno siquiera.
    4 ¿No aprenderán los malhechores
    que devoran a mi pueblo como pan
    y no invocan a Yahvé?
    5 Allí se han puesto a temblar,
    pues Dios está por el justo:
    6 el designio del pobre os confunde
    porque Yahvé es su refugio.
    7 ¡Ojalá venga de Sión la salvación de Israel!
    Cuando cambie Yahvé la suerte de su pueblo,
    Jacob exultará, Israel se alegrará.

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  44. SALMO 15 va al principio
    (14)
    El huésped de Yahvé
    1 Salmo. De David.

    Yahvé, ¿quién vivirá en tu tienda?,
    ¿quién habitará en tu monte santo?
    2 El de conducta íntegra
    que actúa con rectitud,
    que es sincero cuando piensa
    3 y no calumnia con su lengua;
    que no daña a conocidos
    ni agravia a su vecino;
    4 que mira con desprecio al réprobo
    y honra a los que temen a Yahvé;
    que jura en su perjuicio y no retracta;
    5 que no presta a usura su dinero
    ni acepta soborno contra el inocente.
    Quien obra así jamás vacilará.

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  45. SALMO 18
    (17)
    Te Deum real
    1 Del maestro de coro. Del siervo de Yahvé, David, que dirigió a Yahvé las palabras de este cántico el día en que Yahvé lo libró de todos sus enemigos y de las manos de Saúl.2 Dijo:

    Te quiero, Yahvé, mi fortaleza
    (mi salvador, que me salva de la violencia).
    3 Yahvé, mi roca y mi baluarte,
    mi libertador y mi Dios;
    la roca en que me amparo,
    mi escudo y mi fuerza salvadora,
    mi ciudadela y mi refugio.
    4 Invoco a Yahvé, digno de alabanza,
    y me veo libre de mis enemigos.
    5 Las olas de la muerte me envolvían,
    me espantaban los torrentes destructores,
    6 los lazos del Seol me rodeaban,
    me aguardaban los cepos de la muerte.
    7 En mi angustia grité a Yahvé,
    pedí socorro a mi Dios;
    desde su templo escuchó mi voz,
    resonó mi socorro en sus oídos.
    8 La tierra rugió, retembló,
    temblaron las bases de los montes
    (vacilaron bajo su furor).
    9 De su nariz salía una humareda,
    de su boca un fuego abrasador
    (y lanzaba carbones encendidos).
    10 Inclinó los cielos y bajó,
    con espeso nublado a sus pies;
    11 volaba a lomos de un querubín,
    sostenido por las alas del viento.
    12 Se puso como tienda un cerco de tinieblas,
    de aguas oscuras y espesos nubarrones;
    13 el brillo de su presencia despedía
    granizo y ascuas de fuego.
    14 Tronó Yahvé en el cielo,
    lanzó el Altísimo su voz;
    15 disparó sus saetas y los dispersó,
    la cantidad de rayos los desbarató.
    16 El fondo del mar quedó a la vista,
    los cimientos del orbe aparecieron,
    a causa de tu bramido, Yahvé,
    al resollar el aliento de tu nariz.
    17 Lanzó su mano de lo alto y me agarró
    para sacarme de las aguas caudalosas;
    18 me libró de un enemigo poderoso,
    de adversarios más fuertes que yo.
    19 Me aguardaban el día de mi ruina,
    mas Yahvé fue un apoyo para mí;
    20 me sacó a campo abierto,
    me quería y me salvó.
    21 Mi rectitud recompensa Yahvé,
    retribuye la pureza de mis manos,
    22 pues guardé los caminos de Yahvé
    y no me rebelé contra mi Dios.
    23 Pues tengo presentes sus normas,
    sus preceptos no aparto de mi lado;
    24 he sido irreprochable con él,
    y de incurrir en culpa me he guardado.
    25 Yahvé retribuye mi rectitud,
    la pureza de mis manos que él conoce.

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  46. 26 Con el leal te muestras leal,
    intachable con el hombre sin tacha;
    27 con el puro eres puro,
    y sagaz con el ladino;
    28 tú que salvas a la gente humilde
    y abates los ojos altaneros.
    29 Tú, Yahvé, eres mi lámpara,
    mi Dios que alumbra mis tinieblas;
    30 con tu ayuda yo fuerzo el cerco,
    con mi Dios asalto la muralla.
    31 Dios es íntegro en su proceder,
    la palabra de Yahvé acrisolada,
    escudo de quienes se acogen a él.
    32 Pues ¿quién es Dios fuera de Yahvé?
    ¿Quién Roca, sino sólo nuestro Dios?
    33 El Dios que me ciñe de fuerza
    y hace mi conducta irreprochable,
    34 que hace mis pies como de cierva
    y en las alturas me sostiene en pie,
    35 que adiestra mis manos para la lucha
    y mis brazos para tensar el arco.
    36 Tú me das tu escudo victorioso,
    (tu diestra me sostiene),
    multiplicas tus cuidados conmigo,
    37 al andar ensanchas mis pasos,
    mis tobillos no se tuercen.
    38 Persigo a mis enemigos, les doy caza,
    no vuelvo hasta que acabo con ellos;
    39 los machaco, no pueden levantarse,
    sucumben debajo de mis pies.

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  47. 40 Me ciñes de valor para el combate,
    sometes bajo mi pie a mis agresores,
    41 pones en fuga a mis enemigos,
    exterminas a los que me odian.
    42 Piden auxilio y nadie los salva,
    a Yahvé, y no les responde.
    43 Los reduzco como polvo al viento,
    los piso como barro de las calles.
    44 Me libras de los pleitos de mi pueblo,
    me pones al frente de naciones;
    pueblos desconocidos me sirven;
    45 los extranjeros me adulan,
    todo oídos, me obedecen,
    46 los extranjeros se acobardan,
    dejan temblando sus refugios.
    47 ¡Viva Yahvé, bendita sea mi Roca,
    sea ensalzado mi Dios salvador,
    48 el Dios que me concede la venganza
    y abate los pueblos a mis plantas!
    49 Tú me libras de mis enemigos,
    me exaltas sobre mis agresores,
    me salvas del hombre violento.
    50 Por eso te alabaré entre las naciones,
    en tu honor, Yahvé, cantaré.
    51 Él ennoblece las victorias de su rey
    y muestra su amor a su ungido,
    a David y su linaje para siempre.

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  48. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

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  49. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

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  50. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

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  51. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

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  52. SALMO 23
    (22)
    El Buen Pastor
    1 Salmo. De David.

    Yahvé es mi pastor, nada me falta.
    2 En verdes pastos me hace reposar.
    Me conduce a fuentes tranquilas,
    3 allí reparo mis fuerzas.
    Me guía por cañadas seguras
    haciendo honor a su nombre.
    4 Aunque fuese por valle tenebroso,
    ningún mal temería,
    pues tú vienes conmigo;
    tu vara y tu cayado me sosiegan.
    5 Preparas ante mí una mesa,
    a la vista de mis enemigos;
    perfumas mi cabeza,
    mi copa rebosa.
    6 Bondad y amor me acompañarán
    todos los días de mi vida,
    y habitaré en la casa de Yahvé
    un sinfín de días.

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  53. SALMO 24
    (23)
    Liturgia de entrada en el santuario
    1 Salmo. De David.

    De Yahvé es la tierra y cuanto la llena,
    el orbe y cuantos lo habitan,
    2 pues él lo fundó sobre los mares,
    lo asentó sobre los ríos.
    3 ¿Quién subirá al monte de Yahvé?,
    ¿quién podrá estar en su santo recinto?
    4 El de manos limpias y puro corazón,
    el que no suspira por los ídolos
    ni jura con engaño.
    5 Ése logrará la bendición de Yahvé,
    el perdón de Dios, su Salvador.
    6 Ésta es la generación que lo busca,
    la que acude a tu presencia, Dios de Jacob. Pausa.
    7 ¡Puertas, alzad los dinteles,
    levantaos, antiguos portones,
    y que entre el rey de la gloria!
    8 ¿Quién es el rey de la gloria?
    Yahvé, el fuerte, el valiente,
    Yahvé, valiente en la lucha.
    9 ¡Puertas, alzad los dinteles,
    levantaos, antiguos portones,
    y que entre el rey de la gloria!
    10 ¿Quién es el rey de la gloria?
    Yahvé Sebaot,
    él es el rey de la gloria. Pausa.

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  54. SALMO 25 va al principio
    (24)
    Oración en el peligro
    1 De David.
    Alef.

    A ti, Yahvé, dirijo mi anhelo.
    2 A ti, Dios mío.

    Bet.

    En ti confío, ¡no quede defraudado,
    ni triunfen de mí mis enemigos!

    Guímel.

    3 El que espera en ti no queda defraudado,
    queda defraudado el que traiciona sin motivo.

    Dálet.

    4 Muéstrame tus caminos, Yahvé,
    enséñame tus sendas.

    He.

    5 Guíame fielmente, enséñame,
    pues tú eres el Dios que me salva.

    (Vau.)

    En ti espero todo el día,
    7 cpor tu bondad, Yahvé.

    Zain.

    6 Acuérdate, Yahvé, de tu ternura
    y de tu amor, que son eternos.

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  55. Jet.

    7 De mis faltas juveniles no te acuerdes,
    acuérdate de mí según tu amor.

    Tet.

    8 Bueno y recto es Yahvé:
    muestra a los pecadores el camino,

    Yod.

    9 conduce rectamente a los humildes
    y a los pobres enseña su sendero.

    Kaf.

    10 Amor y verdad son las sendas de Yahvé
    para quien guarda su alianza y sus preceptos.

    Lámed.

    11 Haz gala de tu nombre, Yahvé,
    y perdona mi culpa, que es grande.

    Mem.

    12 Cuando un hombre respeta a Yahvé,
    él le indica el camino a seguir;

    Nun.

    13 vivirá colmado de dicha,
    su estirpe poseerá la tierra.

    Sámek.

    14 Yahvé se confía a sus adeptos,
    los va instruyendo con su alianza.

    Ain.

    15 Mis ojos están fijos en Yahvé,
    que sacará mis pies de la trampa.

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  56. Pe.

    16 Vuélvete a mí, tenme piedad,
    me siento solo y desdichado.

    Sade.

    17 La angustia crece en mi corazón,
    hazme salir de mis tormentos.

    (Qof.)

    18 Mira mi aflicción y mi penar,
    perdona todos mis pecados.

    Res.

    19 Mira cuántos son mis enemigos,
    la violencia del odio que me tienen.

    Sin.

    20 Guarda mi vida, ponme a salvo,
    no me avergüence por confiar en ti.

    Tau.

    21 Integridad y rectitud me ampararán,
    porque espero en ti, Yahvé.
    22 Redime, Dios, a Israel
    de todas sus angustias.

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  57. SALMO 28
    (27)
    Súplica y acción de gracias
    1 De David.

    A ti alzo mi voz, Yahvé,
    roca mía, no enmudezcas;
    pues si te callas seré igual
    que los que bajan a la fosa.
    2 Oye la voz de mi súplica,
    cuando te pido socorro,
    cuando levanto mis manos,
    hacia tu santo templo.
    3 No me arrastres con los malvados,
    tampoco con los malhechores,
    que hablan de paz a su vecino
    y el mal se oculta en su corazón.
    4 Págales, Yahvé, según sus obras,
    según la malicia de sus actos,
    trátalos conforme a sus acciones,
    págales con su misma moneda.
    5 No entienden las obras de Yahvé,
    lo que han hecho sus manos:
    ¡que los derribe y no los reconstruya!
    6 ¡Bendito Yahvé, que ha escuchado
    la voz de mi plegaria!
    7 Yahvé es mi fuerza y mi escudo,
    en él confía mi corazón:
    su ayuda me llena de alegría,
    le doy gracias con mi canto.
    8 Yahvé es la fuerza de su pueblo,
    un baluarte que salva a su ungido.
    9 Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad,
    pastoréalos y llévalos por siempre.

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  58. SALMO 29
    (28)
    Himno al Señor de la tormenta
    1 Salmo. De David.

    ¡Rendid a Yahvé, hijos de Dios,
    rendid a Yahvé gloria y poder!
    2 Rendid a Yahvé la gloria de su nombre,
    postraos ante Yahvé en el atrio sagrado.
    3 La voz de Yahvé sobre las aguas,
    el Dios de la gloria truena,
    ¡es Yahvé sobre las aguas caudalosas!
    4 La voz de Yahvé con fuerza,
    la voz de Yahvé con majestad.
    5 La voz de Yahvé desgaja los cedros,
    desgaja Yahvé los cedros del Líbano,
    6 hace brincar como novillo al Líbano,
    al Sarión como cría de búfalo.
    7 La voz de Yahvé afila llamaradas.
    8 La voz de Yahvé estremece la estepa,
    estremece Yahvé el desierto de Cades.
    9 La voz de Yahvé retuerce las encinas,
    deja desnudas las selvas.
    Todo en su Templo grita: ¡Gloria!
    10 Yahvé se sentó sobre el diluvio,
    Yahvé se sienta como rey eterno.
    11 Yahvé da poder a su pueblo,
    Yahvé bendice a su pueblo con la paz.

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  59. SALMO 30 va al principio
    (29)
    Acción de gracias después de un peligro de muerte
    1 Salmo. Cántico para la dedicación de la Casa. De David.

    2 Te ensalzo, Yahvé, porque me has levantado,
    no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
    3 Yahvé, Dios mío, te pedí auxilio y me curaste.
    4 Tú, Yahvé, sacaste mi vida del Seol,
    me reanimaste cuando bajaba a la fosa.
    5 Cantad para Yahvé los que lo amáis,
    recordad su santidad con alabanzas.
    6 Un instante dura su ira,
    su favor toda una vida;
    por la tarde visita de lágrimas,
    por la mañana gritos de júbilo.
    7 Al sentirme seguro me decía:
    «Jamás vacilaré».
    8 Tu favor, Yahvé, me afianzaba
    más firme que sólidas montañas;
    pero luego escondías tu rostro
    y quedaba todo conturbado.
    9 A ti alzo mi voz, Yahvé,
    a mi Dios piedad imploro:
    10 ¿Qué ganas con mi sangre, con que baje a la fosa?
    ¿Puede el polvo alabarte, anunciar tu verdad?
    11 ¡Escucha, Yahvé, ten piedad de mí!
    ¡Sé tú, Yahvé, mi auxilio!
    12 Has cambiado en danza mi lamento:
    me has quitado el sayal, me has vestido de fiesta.
    13 Por eso mi corazón te cantará sin parar;
    Yahvé, Dios mío, te alabaré por siempre.

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  60. SALMO 31
    (30)
    Oración en la prueba
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 En ti, Yahvé, me cobijo,
    ¡nunca quede defraudado!
    ¡Líbrame conforme a tu justicia,
    3 tiende a mí tu oído, date prisa!
    Sé mi roca de refugio,
    alcázar donde me salve;
    4 pues tú eres mi peña y mi alcázar,
    por tu nombre me guías y diriges.
    5 Sácame de la red que me han tendido,
    pues tú eres mi refugio;
    6 en tus manos abandono mi vida
    y me libras, Yahvé, Dios fiel.
    7 Detestas a los que veneran ídolos,
    pero yo confío en Yahvé.
    8 Me alegraré y celebraré tu amor,
    pues te has fijado en mi aflicción,
    conoces las angustias que me ahogan;
    9 no me entregas en manos del enemigo,
    has puesto mis pies en campo abierto.

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  61. 10 Ten piedad de mí, Yahvé,
    que estoy en apuros.
    La pena debilita mis ojos,
    mi garganta y mis entrañas;
    11 mi vida se consume en aflicción,
    y en suspiros mis años;
    sucumbe mi vigor a la miseria,
    mis huesos pierden fuerza.
    12 De todos mis opresores
    me he convertido en la burla;
    asco doy a mis vecinos,
    espanto a mis familiares.
    Los que me ven por la calle
    se apartan lejos de mí;
    13 me olvidan igual que a un muerto,
    como objeto de desecho.
    14 Escucho las calumnias de la turba,
    terror alrededor,
    a una conjuran contra mí,
    tratando de quitarme la vida.
    15 Pero yo en ti confío, Yahvé,
    me digo: «Tú eres mi Dios».
    16 Mi destino está en tus manos, líbrame
    de las manos de enemigos que me acosan.
    17 Que brille tu rostro sobre tu siervo,
    ¡sálvame por tu amor!
    18 Yahvé, no quede yo defraudado
    después de haberte invocado;
    que queden defraudados los impíos,
    que bajen en silencio al Seol.
    19 Enmudezcan los labios mentirosos
    que hablan insolentes contra el justo,
    llenos de orgullo y desprecio.
    20 ¡Qué grande es tu bondad, Yahvé!
    La reservas para tus adeptos,
    se la das a los que a ti se acogen
    a la vista de todos los hombres.
    21 Los ocultas donde tú solo los ves,
    lejos de las intrigas de los hombres;
    bajo techo los pones a cubierto
    de las querellas de las lenguas.
    22 ¡Bendito Yahvé que me ha brindado
    maravillas de amor (en plaza fuerte)!
    23 ¡Y yo que decía alarmado:
    «Estoy dejado de tus ojos»!
    Pero oías la voz de mi plegaria
    cuando te gritaba auxilio.
    24 Amad a Yahvé, todos sus amigos,
    a los fieles protege Yahvé;
    pero devuelve con creces
    al que obra con orgullo.
    25 ¡Tened valor, y firme el corazón,
    vosotros, los que esperáis en Yahvé!

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  62. SALMO 33
    (32)
    Himno a la Providencia

    1 ¡Aclamad con júbilo, justos, a Yahvé,
    que la alabanza es propia de hombres rectos!
    2 ¡Dad gracias a Yahvé con la cítara,
    tocad con el arpa de diez cuerdas;
    3 cantadle un cántico nuevo,
    acompañad la música con aclamaciones!
    4 Pues recta es la palabra de Yahvé,
    su obra toda fundada en la verdad;
    5 él ama la justicia y el derecho,
    del amor de Yahvé está llena la tierra.
    6 Por la palabra de Yahvé fueron hechos los cielos,
    por el aliento de su boca todos sus ejércitos.
    7 Él recoge, como un dique, las aguas del mar,
    mete en depósitos los océanos.
    8 ¡Tema a Yahvé la tierra entera,
    tiemblen ante él los habitantes del orbe!
    9 Pues él habló y así fue,
    él lo mandó y se hizo.
    10 Yahvé frustra el plan de las naciones,
    hace vanos los proyectos de los pueblos;
    11 pero el plan de Yahvé subsiste para siempre,
    sus decisiones de generación en generación.
    12 ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahvé,
    el pueblo que escogió para sí como heredad!
    13 Yahvé observa de lo alto del cielo,
    ve a todos los seres humanos;
    14 desde el lugar de su trono mira
    a todos los habitantes de la tierra;
    15 él, que modela el corazón de cada uno,
    y repara en todas sus acciones.
    16 No se salva el rey por su gran ejército,
    ni el guerrero escapa por su enorme fuerza.
    17 Vana cosa el caballo para la victoria,
    ni con todo su vigor puede salvar.
    18 Los ojos de Yahvé sobre sus adeptos,
    sobre los que esperan en su amor,
    19 para librar su vida de la muerte
    y mantenerlos en tiempo de penuria.
    20 Esperamos anhelantes a Yahvé,
    él es nuestra ayuda y nuestro escudo;
    21 en él nos alegramos de corazón
    y en su santo nombre confiamos.
    22 Que tu amor, Yahvé, nos acompañe,
    tal como lo esperamos de ti.

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  63. SALMO 34
    (33)
    Loa de la justicia divina
    1 De David. Cuando, fingiéndose demente ante Abimélec, fue despachado por él y se marchó.
    Alef.

    2 Bendeciré en todo tiempo a Yahvé,
    sin cesar en mi boca su alabanza;

    Bet.

    3 en Yahvé se gloría mi ser,
    ¡que lo oigan los humildes y se alegren!

    Guímel.

    4 Ensalzad conmigo a Yahvé,
    exaltemos juntos su nombre.

    Dálet.

    5 Consulté a Yahvé y me respondió:
    me libró de todos mis temores.

    He.

    6 Los que lo miran quedarán radiantes,
    no habrá sonrojo en sus semblantes.

    Zain.

    7 Si grita el pobre, Yahvé lo escucha,
    y lo salva de todas sus angustias.

    Jet.

    8 El ángel de Yahvé pone su tienda
    en torno a sus adeptos y los libra.

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  64. Tet.

    9 Gustad y ved lo bueno que es Yahvé,
    dichoso el hombre que se acoge a él.

    Yod.

    10 Respetad a Yahvé, santos suyos,
    que a quienes le temen nada les falta.

    Kaf.

    11 Los ricos empobrecen y pasan hambre,
    los que buscan a Yahvé de ningún bien carecen.

    Lámed.

    12 Venid, hijos, escuchadme,
    os enseñaré el temor de Yahvé.

    Mem.

    13 ¿A qué hombre no le gusta la vida,
    no anhela días para gozar de bienes?

    Nun.

    14 Guarda del mal tu lengua,
    tus labios de la mentira;

    Sámek.

    15 huye del mal y obra el bien,
    busca la paz y anda tras ella.

    Ain.

    16 Los ojos de Yahvé sobre los justos,
    sus oídos escuchan sus gritos;

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  65. Pe.

    17 el rostro de Yahvé hacia los bandidos,
    para raer de la tierra su recuerdo.

    Sade.

    18 Cuando gritan, Yahvé los oye
    y los libra de sus angustias;

    Qof.

    19 Yahvé está cerca de los desanimados,
    él salva a los espíritus hundidos.

    Res.

    20 Muchas son las desgracias del justo,
    pero de todas le libra Yahvé;

    Sin.

    21 cuida de todos sus huesos,
    ni uno solo se romperá.

    Tau.

    22 Da muerte al malvado la maldad,
    los que odian al justo lo pagarán.
    23 Rescata Yahvé la vida de sus siervos,
    nada habrán de pagar los que a él se acogen.

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  66. 20 Pues no hablan en son de paz:
    contra la gente pacífica
    se inventan puras patrañas;
    21 de mí se ríen a gusto,
    diciendo: «Ja, ja,
    lo han visto nuestros ojos».
    22 Tú lo has visto, Yahvé, no te calles,
    Señor, no estés lejos de mí;
    23 despiértate, levántate en mi juicio,
    en defensa de mi causa, mi Dios y Señor.
    24 Júzgame con tu justicia, Yahvé,
    ¡Dios mío, no se rían de mí!
    25 Que no digan en su interior:
    «¡Ajá, lo que queríamos!».
    Que no digan: «Lo hemos tragado».
    26 ¡Vergüenza y confusión caigan a una
    sobre los que se ríen de mi mal;
    se cubran de vergüenza e ignominia
    los que se envalentonan a mi costa!
    27 Que se alegren y griten de júbilo
    los que en mi victoria se complacen,
    y digan siempre sin cesar:
    «Yahvé sea ensalzado,
    que en la paz de su siervo se complace».
    28 Mi lengua musitará tu justicia,
    todo el día tu alabanza.

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  67. SALMO 36
    (35)
    Maldad del pecador y bondad de Dios
    1 Del maestro de coro. Del siervo de Yahvé. De David.

    2 El pecado es un oráculo para el impío
    que le habla en el fondo de su corazón;
    no tiene temor de Dios
    ni aun estando en su presencia.
    3 Se halaga tanto a sí mismo
    que no descubre y detesta su culpa;
    4 sólo dice maldades y engaños,
    renunció a ser sensato, a hacer el bien.
    5 Maquina maldades en su lecho,
    se obstina en el camino equivocado,
    incapaz de rechazar el mal.
    6 Tu amor, Yahvé, llega al cielo,
    tu fidelidad alcanza las nubes;
    7 tu justicia, como las altas montañas,
    tus sentencias, profundas como el océano.
    Tú proteges a hombres y animales,
    8 ¡qué admirable es tu amor, oh Dios!
    Por eso los seres humanos
    se cobijan a la sombra de tus alas;
    9 se sacian con las provisiones de tu casa,
    en el torrente de tus delicias los abrevas;
    10 pues en ti está la fuente de la vida,
    y en tu luz vemos la luz.
    11 No dejes de amar a los que te conocen,
    de ser fiel con los hombres sinceros.
    12 ¡Que el pie del orgulloso no me pise,
    ni me avente la mano del impío!
    13 Ved cómo caen los malhechores,
    abatidos, no pueden levantarse.

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  68. SALMO 37
    (36)
    Destino del justo y del impío
    1 De David.
    Alef.

    No te acalores por los malvados,
    ni envidies a los que hacen el mal,
    2 pues pronto se secan como el heno,
    como la hierba tierna se marchitan.

    Bet.

    3 Confía en Yahvé y obra el bien,
    vive en la tierra y cuida tu fidelidad,
    4 disfruta pensando en Yahvé
    y te dará lo que pida tu corazón.

    Guímel.

    5 Encomienda tu vida a Yahvé,
    confía en él, que actuará;
    6 hará brillar como luz tu inocencia
    y tu honradez igual que el mediodía.

    Dálet.

    7 Descansa en Yahvé, espera en él,
    no te acalores contra el que prospera,
    contra el hombre que urde intrigas.

    He.

    8 Desiste de la ira, abandona el enojo,
    no te acalores, que será peor;
    9 pues los malvados serán extirpados,
    mas los que esperan en Yahvé heredarán la tierra.

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  69. Vau.

    10 Un poco más, y no hay malvado,
    buscas su lugar, y ya no está;
    11 mas los humildes poseerán la tierra
    y gozarán de inmensa paz.

    Zain.

    12 El malvado maquina contra el honrado,
    rechina los dientes contra él;
    13 pero el Señor de él se ríe,
    pues ve que llega su día.

    Jet.

    14 Desenvainan la espada los malvados,
    tensan su arco contra el mísero y el pobre,
    para matar a los hombres honrados;
    15 su espada penetrará en su corazón
    y sus arcos quedarán destrozados.

    Tet.

    16 Más vale lo poco del honrado
    que la enorme riqueza del malvado;
    17 se quebrarán los brazos del malvado,
    pero Yahvé sostiene a los honrados.

    Yod.

    18 Conoce Yahvé la vida de los íntegros
    su heredad durará para siempre;
    19 en tiempo de escasez no se avergonzarán,
    en días de penuria gozarán de hartura.

    Kaf.

    20 Los malvados, en cambio, perecerán,
    todos los enemigos de Yahvé;
    se agostarán como el verdor de los prados,
    como humo se desvanecerán.

    Lámed.

    21 El malvado toma prestado y no devuelve,
    pero el honrado se compadece y da;
    22 los que él bendice poseerán la tierra,
    los que maldice serán exterminados.

    Mem.

    23 Yahvé da firmeza a los pasos del hombre,
    se complace en su camino;
    24 aunque caiga, no queda tirado,
    pues Yahvé lo sostiene por la mano.

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  70. Nun.

    25 Fui joven, ya soy viejo,
    nunca vi a un justo abandonado,
    ni a sus hijos pidiendo pan.
    26 A diario es compasivo y presta,
    a sus hijos les aguarda la bendición.

    Sámek.

    27 Apártate del mal y obra el bien,
    y siempre tendrás una morada;
    28 porque Yahvé ama la justicia
    y no abandona a sus amigos.

    Ain.

    Los criminales son exterminados,
    la descendencia del malvado cercenada;
    29 los honrados poseerán la tierra,
    habitarán en ella para siempre.

    Pe.

    30 La boca del honrado susurra sabiduría,
    su lengua habla con rectitud;
    31 la ley de su Dios está en su corazón,
    sus pasos nunca vacilan.

    Sade.

    32 Espía el malvado al honrado,
    tratando de acabar con él;
    33 mas Yahvé no lo entrega en su mano,
    ni deja que en el juicio lo condenen.

    Qof.

    34 Espera en Yahvé, sigue por su senda,
    él te exaltará y heredarás la tierra,
    contemplarás el exterminio del malvado.

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  71. Res.

    35 He visto al malvado arrogante
    empinarse como cedro del Líbano;
    36 pasé luego y ya no estaba,
    lo busqué y no lo encontré.

    Sin.

    37 Observa al íntegro, mira al honrado,
    tendrá futuro el hombre de paz;
    38 mas el rebelde será aniquilado
    y el futuro del malvado frustrado.

    Tau.

    39 La salvación del honrado viene de Yahvé,
    él es su refugio en tiempo de angustia;
    40 Yahvé lo ayuda y lo libera,
    él lo libra del malvado,
    lo salva porque se acoge a él.

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  72. lee y aprende, nadie nace sabiendo, menos si piensas que no eres manipulable.
    y preguntate que haces en la vida, y si sirve para hacer el bien o el mal, tu conciencia te dira y si no la tienes es hora que la busques porque si no estas perdido

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  73. Ya ya no nos distraigan con salmitossss... quiero que Daniel silva me devuelva mi donación,, si me dejó sin comer un mes... devuelve mis 60 luquitas

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  74. No te preocupes cachimbo sonso.... cuando quieras graduarte Danielito te cobrará 175 soles por tu titulación y 100 soles por el uso del cañon multimedia.............. que basura que eres Silvana... por que no usas mi cañon te lo doy gratis

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  75. 175 soles,,, un graduando por semana,,,,,,,,,,175 por 4,,, igual 700 soles,,más 400 ( por el cañon),,, sumado todo ,,total 1100 soles,provecho con razón eres accionista del cubano

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  76. Por que son ciegos,, solo miran a la escuela,, por que no miran AL DECANATO?,,, si señores ahí agarren su calculadora al mes se gradúan entre Bachillerees y titulados un promedio de 100 PERSONAS multiplicado por CINCUENTA SOLES DE DONACION,,,,,,TOTAL CINCO MIL SOLES ,,(5,000 00/100 NUEVOS SOLES).... y quien se enbolsilla ese billete?????? nada menos que LA SEÑORA DECANA,,, si la vieja esa ,que "OBLIGA" A QUE CANCELEN LA DONACION SINO NO NOS DAN EL BENDITO PAPEL LLAMADO RESOLUCION,,no te hagas la loca sra MIRIAM,,,,,,,,,, que dice Ud. de eso Dr. Meza,, por que se queda callado????.....o el negocio es a mitas....

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  77. 5,000 soles nada más?.. y lo que cobra por el FUT,, antes costaba un sol,,, esta tía lo subió a dos soles..........Los FOLDERS que nos obligan a comprar,, antes costaban cinco soles, ahora cuestan diez soles.........Desde que la Tía MIRIAN subió al DECANO,,, digo al DECANATO,, todo cuesta el doble, claro como tiene que hacerse la lipo,,, arreglarse el cabello, comprarse zapatos taco 15, va y viene en taxi todos los días,,, y por que mierda tenemos que mantener nosotros a esta vieja,, digo vaga,,, ya pues SEÑOR DECANO DIGA ALGO, oh ¿quien manda en el Decanato?..

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  78. Quién va a mandar sino es la "señito",,, si en Ing. Química, cuando el director eera el semi Ing.Armando Salinas, ella era ama y señora,se lo manoseaba,, digo se lo paseaba al director,,¿que cosa?,, todo por unas caricias... Entonces Señor Decano.. ojalá que Ud. no cometa la misma estupides... no nos haga quedar mal a los Químicos por favor,,, cambie a esa señora..ho ya lo dominó también a Ud.?

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  79. Que mal,, ahora nos van a joder a Ing. Química,,,, voten a esa tía,,,que no nos haga quedar mal,,, la mierda comenzó a salpicar,, y ahora el talón de Aquiles es esta vieja prepotente, que ni siquiera sabe trabajar,, si van al Decanato,, la encuentran con sus ruleros peinandose,, o tomando su cafecito,,o acomodandose las pantis, ¿trabaja?,,no solo sabe cobrar las donaciones para su bolsillo,, ¡¡¡basta ya¡¡¡

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  80. Que esperaban de Mister Choclo,,,ja..ja..ja.. eso es lo que el quería,, tener a su am??????e, en el poder, y esta tía chapa pulgaas,, chapó a la PULGA mayor,,,, provecho Choclo,, comenzó tu caída,,, todo por un trapo usado........

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  81. Quiero a PAZ,, paz por favor,,, colorado,,,has algo,,, para esta cojudes,,, paz por favor

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  82. Ya no desvién la atención,,, si los químicos,, quieren ventilar a sus mafiosos y mafiosas creen su propio blog.......metaleros no olviden nuestra consigna..... limpiarv la mierda de nuestra QUERIDA ESCUELA DE ING. METALURGICA...vamos a continuar denunciando...no nos callarán

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  83. Tienes razón,, compañero,, pero lo que ocurre en el Decanato también nos interesa,, por que esa tía MIRIAN esd dueña del DECANATO,,sino corre a que te atienda haber como te largga y te manda con sus pichiruchis del frente,, donde la otra flaca, la larguiducha también te larga,, quien diablos nos va a atender?,, el negro?,,la otra tía?,,, queremos CAMBIOS SEÑOR DECANO, empezando por UD, por que no sabe administrar, se deja manipular por la tía MIRIAn

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  84. Provecho con la casa de los arces,, tía ahora ya sé de donde sacas la plata para construírla,,,,, solo acuerdate que una ventana es mía,, o ¿que compraste com mi donación?...¿la camaaa?...llámame,, que yo te la acomodo donde tu sabes...piernoncita...

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  85. Por qué? no se meten con su vieja... quien puede puede... YO MANDO AQUÍ.. no se metan conmigo carajo,,,ya se que flaca me está jodiendo,,, como tegané,, ahora jodes,,, ya arreglaremos las cuentas,, VAMOS CHOCLITO RASCAME LA ESPALDA...

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  86. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  87. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  88. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  89. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  90. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  91. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  92. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  93. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  94. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  95. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
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  96. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  97. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
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  98. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
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  99. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  100. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
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  101. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  102. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  103. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  104. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  105. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  106. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  107. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
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  108. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  109. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
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  110. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
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  111. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
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  112. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  113. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  114. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  115. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  116. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  117. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  118. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  119. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  120. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  121. Dejate de salmitos... por más que reces igual te vamos a sacar los trapitos al sol..................imbecul

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  122. Que no nos desvíen la mirada....ojo con la donación... todavía no rinden cuentas de los 20,0000 soles que se tiraron y nuevamente nos están cobrando sarta de ladrones.....

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  123. seguramente quelos de "la Promoción" ya recibieron su tajada,,,, están en convina con el Director Silvana,,, por eso que no dicen nada y ahora estan de cobradores.... sarta de huevones y cabrones... vayansé de una vez de la Escuela...

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que opinas de estos salvajes...?