miércoles, 29 de septiembre de 2010

APORTES DE NUESTROS FANS.... LA HISTORIA DEL ESLABON PERDIDO...


APORTE DE NUESTRO PRIMO HERMANO: JUSTICIERO_METALICO
Aquí tienen la verdadera historia de PEDRITO
Historia de un "Pedrogrino"
Este sujeto llamado PEDRO MAMANI CALCINA alias "Pitbull", "paiche","pelumaca".... cuando nadie daba ni un centavo por él, por que como alumno fue pésimo.... pero el ilustrísimo hijo de su madre HENRY POLANCO CORNEJO lo bautiza como su hijo y "sucesor", y como buen hijo aprendió de su padre, !si aprendió todo!, ...igual Polanco y Mamani, parecen cortados por una misma tijera,  no saben ni lo que dicen en sus clases, presentan problemas con vacíos para que el alumno no pueda resolverlos, hablan de cosas que no existen por que no tienen experiencia laboral,.... ah..Pero saben cual es la herencia más preciada que le deja el padre al hijo?... su estilo,.. Sí su estilo pero del gusto del dinero, el estilo del cobre, de joder a los alumnos enseñándoles piedras. Fácil..........Pedrito al estilo de su "padre", también aprendió a cobrar....!si este engendro cobraba y cobra por su laboratorio 150 soles... claro si su "padre" cobra entre 300 y 800 soles,  el dignísimo Henry Polanco que se jacta de ser uno de los mejores docentes, cuando en realidad si hoy le toman una evaluación, no sabe ni donde está parado, es tan burro como su hijo.
Bueno sigamos hablando de su discípulo... pobre alumnado...pobre universidad, esto es de RIPLEY  ¿ saben cuantos Pedros hay en la UNSA?... no se vayan a caer de espaldas cinco,,, si 5 MAMANIS:
GUALBERTO MAMANI (machucho).....PADRE..........Biología
JUVENAL MAMANI CALCINA...........HIJO.....Biología
PEDRO MAMANI CALCINA.................HIJO.......Metalúrgica
ELMER MAMANI CALCINA................HIJO......Materiales
Y otro hijo de M.....amanis en física
Todos docentes del Universidad Nacional de San Agustín y todo con la venia del señor rector,... que es esto, que escándalo, esto señores  se llama nepotismo...si... por culpa del rector!
Aunque no lo crean cuando Valdemar Dedicación  Medina Hoyos era decano de la Facultad de Biología era entrañable amigo del chupa piezas "Machucho"... sí el padre de todos estos mal nacidos que solo hacen daño a los alumnos, y han echo de la universidad su CHACRA, luego cuando fue vicerector nombró como docente al gordo Juvenal en la misma escuela donde trabajaba su padre. ¿Nepotismo?... para rematar el escándalo hace ingresar a la carrera docente al inoperante Elmer y a la chupa piezas de Pedro. !que es esto la universidad de los MAMANIS¡ ... gracias Valdemar Dedicación por tu culpa estamos jodidos en la U,... docentes sin experiencia, sin ética, sin moral, que por ser franeleros chupa piezas de la autoridad entran como docentes...........................Continuemos con Pedrito Mamani (bien puesto el apellido Mamando, mamador, mamey,mamani) cuando era docente del curso junto con el no menos distinguido  HENRY POLANCO,( Docente Principal de la UNSA, que no sabe nada, ni donde está parado, pero como cobra)....... bueno  este tipilllo (Paiche) preparaba a los alumnos jalándolos para que después parchen con el tío Henry Violanco... y cobre a través de sus chacales (Dax, Ivan Usca) la irrisoria suma de 300,400,500,600,700,800 soles (provecho con el carro)   según como el sinvergüenza de Pedro deje malherido al alumno...(jalado o abandonado  en el laboratorio)...
En merito a todo ese trabajo de PEDRITO, su PADRE POLANCO LO HIZO NOMBRAR... ESCUCHEN BIEN NOMBRAR COMO DOCENTE A ESTE TIPEJO,  y ahora como Pedrito es nombrado, ya no cobra 150 soles sino 300 soles !carajo que sinvergüenza!, y ya me enteré además que obliga a los alumnos a comprar su cochino libro que no tiene ni pies ni cabeza al valor de 50 soles, antes nos enyucaba con libros, con rifas con adobadas... ahorá cobra 300 soles por aprobar el curso,... claro gracias a asu padre de mierda ahora es docente principal del curso. Donde mierda esta el currículo de Pedro... quiero ver si lo vale.
 Esta es la verdad que yo conozco, por que la he vivido, y aún no puedo aprobar ni "Piro" ni "tecno" por que no tengo plata, y así lo tuviera no tengo por que pagar a este par de hijos de mierda, porque cobran su sueldo sin saber trabajar, encima los putas hacen huelga, y todavía son pedantes estos zarrapastrosos......Esta es la verdad que también sufrieron y sufren los alumnos de Metalúrgica
 Despierten todos... ya es hora de sacarles la mierda a estos degenerados, ya es hora de que devuelvan todo lo que han robado,.... el daño que hacen a los alumnos es irreparable, limpiemos nuestra querida Universidad de esta lacra, de esta inmundicia...gracias señor rector por darnos esta clase de docentes. Gracias por hundirnos en la mediocridad, gracias por ser brillantemente estafados "educación gratuita", fuera mierda si nos sale más caro que una universidad particular.
 HAY HENRY... Y ahora que dirá tu hermano el "gato" Rivera, si el del frente..."en el dolor hermanos....en la cobranza hermanos....en la calle hermanos...”
 Compañeros despierten y den su grito de libertad.
 Botemos a toda la mierda de la UNSA
Gracias.... y Fuerza hermanos de Derecho...Fuerza
No te rías "gordito", tranquilo "Mario Bross" ya hablaremos de ti en otra ocasión tú también eres otra perlita.

94 comentarios:

  1. TODITOS SON UNAS MIERDAS... HAY QUE METERLOS EN UNA CAJA Y PRENDERLES FUEGO A ESOS PERROS

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  2. SON UNOS MALCACHADOS.... HIJOEPUTAS.... MENOS YO...

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  3. amigo xq le dices violanco... tiene fama de mañoso cuenta kausa para preveer ps...

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  4. si dime xq violanco, mi amiga y yo ya estamos asustadas

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  5. hablen de pedro zea,
    en termo 1, no aprobo a nadie el otro año y cobro a todos

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  6. y no hablan de la amiga q sin venir a clases aprueba todo_??? saca nota aprobatoria cuando no tiene ni caca en el cerebro??? ah les dejo de tarea su nombre comienza con M....R y es primita de Ahhhhhh esa no t la sabes ^^

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  7. mafer? como aprobaste? metafisica?? ni dandote 1 año para q estudies aprobarias mejor corre nomas toma en el jaka con tu enamoradito q tambien solo viene a la unsa dines de semestre

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  8. pedro zea el peor de todos, tenemos que hacer algo pero ya como podemos darles un escarmiento para que aprendan que con nosotros no se juega es hora de decir basta, hasta aqui llegaron sus perradas, la pagaran con sangre

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  9. mafer?? o fuentes? que mierda, como chucha aprobaste metalurgia mecanica y tus compinches? comprandole un pequeño regalito a orlando. claro el que conversa por ti

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  10. mafer? y como es de lo que nos pediste en la donacion para el aniversario de la escuela, telo tiraste o parchaste ese hueco que tu y tu viejo se jalaron cobrando 15 lucas por carpeta pintada y 10 mil por hacer un baño hasta las huevas que ni ganas de cagar da. donde chucha estas derly para que publiques toda su huevada este dice vengador y el consejero que te amenazaron

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  11. La ultima se juntaron paredes y fuentes, con la ayudita de Ma Carl Lo. para que dentre paredes a enseñar, chuchhhhhaaaaaaaaaaaa la cagada mejor que se quede el ceviche

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  12. mafer como aprobaste? calculo en una? calculo en varias ? algebra?? como siquiera sabes sumar de 1 en 1??? a lo mucho sabes chupar y esto q ni bien lo hacesjajaja

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  13. Estos huevones de mierda especialmente el pedro zea que hace hasta lo imposible para que desaprobemos y despues ... bueno ustedes ya saben lo que sigue su fuera por mi los fusilaria asi como hicieron en chile con la dictadura

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  14. ya q porfin se animaron a poner en su sitio a estos malos ingenieros q les gusta cobrar no paremos asta sacarlo de la facultad xq ya es hora de poner fin a esto asi q si no toma eco las publicaciones ya creo q debemos ejercer la fuerza caiga quien caida asi q chacales ya fueron xq sus papitos ya van a caer

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  15. mafer? y como es de lo que nos pediste en la donacion para el aniversario de la escuela, telo tiraste o parchaste ese hueco que tu y tu viejo se jalaron cobrando 15 lucas por carpeta pintada y 10 mil por hacer un baño hasta las huevas que ni ganas de cagar da. donde chucha estas derly para que publiques toda su huevada este dice vengador y el consejero que te amenazaron

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  16. alguien sabe como se llama la cachimba ??

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  17. XQ NO HACEMOS ALGO SENCILLO Y BIEN PRACTICO XQ NO LOS ESTORCIONAMOS MMMM O CUANDO NOS COBREN LES KITAMOS NUESTRA PLATA AFUERA YLES DAMOS UNA GOMASA PARA Q SE ACUERDEN DE TODES MMMMMMMMMMM

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  18. HOLA
    HERMANOS MIOS DE METALURGIA NO SEAN TONTOS ESTUDIEN Y NO SE DEJEN LLEVAR POR LO FACIL SE PUEDE CONVATIR LA CORRUPCION CON NUESTRO PROPIO ESFUERZO.

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  19. LEYERON BIEN CARAJO LO QUE DIJO UN VERDADERO METALURGISTA ESTUDIEN NO BUSQUE LO FACIL, YYYYYYYY LA ULTIMA FUENTES PAGO SUS PENSIONES EN LA CATO CON SU DONACION Y DE ESO 15 CACHIMBOS COJUDOS QUE LE DIERON LA DONACION A EL Y HASTA AHORA NO LA QUIERE DEVOLVER ASI PASO 2 AÑOS JAJAJA QUE PENDEJO

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  20. HEllo pero si es lo malo de los peces!!!!!

    loco bananero jijijiji :)

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  21. OE CARAJO DEJENSE DE HUEVADAS... PORUQE ME DICEN VIOLANCO... ACASO ME HE TIRADO A TU COSTILLA? TU NI A LA SECUNDARIA ENTRABAS CUANDO YA HACIA MIS JUGADAS EN LA OFICINA DEL "GATO" EN STO. DOMINGO.... Y LA DENUNCIA POR ACOSO SEXUAL QUE TUVE FUE PORQUE YO LA CEPILLE A CAMBIO DE UN 12 Y ELLA QUERIA MAS..... PINGA Y NOTA TAMBIEN........

    CARAXO... HABRASE VISTO

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  22. A TODAS LAS AMIGUITAS DE METALURGIA Y LAS DE AMBIENTAL... NO TENGAN MIEDO YO SOY CARIÑOSO Y NO HAGO DOLER, ADEMAS LES PONGO SU 16 Y ESO SI POR CADA GRITO LES BAJO 1 PUNTO.....

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  23. OIGAN CARAJO NO SE METAN CON PEDRO PABLO... SI TIENEN PROBLEMAS QUEMENLE LA CASA OTRA VEZ, VIVE EN URB. LA FLORIDA EN JLByR O SAQUENLE LA MIERDA A SU CHACAL YAYI(PERCY ROSAS), PERO NO SE METAN CON MI PEDRITO.....

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  24. OE CONCHETUMA NO TE METAS CON MI AHIJADA MAFERCITA, QUE CULPA TIENE DE TENER ESA FAMILIA.... POBRECITA.... TAN BIEN QUE SE MUEVE... TE VOY A ENCONTRAR Y TE VOY A PLICAR A TI TAMBIEN.... MIS CHACALES (IVAN,MOCHES Y LOS MIGUITOS DE MAFERCITA) YA ESTAN AVERIGUANDO QUIEN SE ESTA HACIENDO PASAR POR MI.....

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  25. ESO SI QUE NO... NO SE METAN CON ROBERTITO FUENTES... TAN LINDO EL BAÑO QUE HIZO , DIGNO DE LA REALEZA, AHI SI DA GANAS DE CAGAR A GUSTO.....

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  26. SIIII ALGUIEN SABE COMO SE LLAMA LA CACHIMBA?, TENGO GANAS DE TIRARME UN "POLANCO" CON ELLA PARA SACARLE PUNTA AL LAPIZ....

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  27. A NO ....ESO DE PAGAR Y LUEGO QUITAR...BIEN DICEN QUE:

    * EL QUE DA Y QUITA CON EL DIABLO SE DESQUITA... GRACIAS CHAVO DEL 8 POR LA FRASE....

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  28. BIEN DICHO CARAJO ESTUDIEN..... Y DEJEN LOS VICIOS DEL ALCOL Y LAS PUATS Y DE PASO VAN JUNTANDO PLATA PA COMPRARME OTRA CAMIONETA....

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  29. LOCO BACANERO... VAS A PASAR POR MI OFICINA ... TENGO ALGO GRANDE PARA TI....

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  30. Hablen ps lacras que fuente por la u jajaja quejandose de todo haber quien de esas lacras llega aqui a Minera Barrick Lgunas Norte jajaja aqui si le hare pagar psio hasta que me chupe la verg... y no pagrame la propina de 500 1000 soles creo, estudien bola de retrasados en Mina es otra cosa bola de sonsonazos

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  31. No si a la franca da trsiteza lo que hacen esos wevones que enseñan ahi pero ptm si se van a hacer las victimas toda la vida nunca saldran de su miseria a estudiar noma que mas queda el exito esta delante de Uds pero si van a perder el tiempo en esas estupideses los años pasan ... pobres de Uds...

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  32. Corrupción en la facultad
    Por una universidad sin corrupción
    En la facultad de procesos existe la gran mafia donde los secretarios se han vuelto tramitadores
    - El secretario Fernando de la escuela de metalúrgica se dedica a cobrar a los alumnos por sus trámites y descuida su labor como secretario
    - El señor Roberto o (Robert)es otra de las joyitas quien se dedica o trabaja de tramitador quien cobra a los alumnos las cantidades de 800, 900, lo minimo500 por tramitar
    En con vina del mafioso secretario de la facultad helar quien se le ha visto en muchas oportunidades recibiendo plata de alumnos desde hace tiempo atrás más parece que eso lo permite el decano pinocho y las dos secretarias la chata y la señora creo que se reparten el botín …
    El secretario helar de la facultad recoge los expedientes incompletos cuando hay dinero él se preocupa mucho personalmente los agiliza pero cuando no hay dinero nos pone trabas que todavía no lo firmo y que el tramite demora y hasta los esconde o los traspapela al propósito nuestros expedientes. Pero cuando los tramitadores le llevan lo hacen como arte de magia rapidito .alguien debe de cambiar esto y (todavía quieren paro secretarios corruptos)
    ¡Votar esos corruptos!
    ¡Otro decano de metalúrgica que cambie la corrupción! Siiiiii……
    Viva metalúrgica abajo la corrupción
    Auditoria en la facultad
    Abajo la corrupción

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  33. LOS SALMOS

    SALMO 1

    Los dos caminos.

    1 Feliz quien no sigue consejos de malvados
    ni anda mezclado con pecadores
    ni en grupos de necios toma asiento,
    2 sino que se recrea en la ley de Yahvé,
    susurrando su ley día y noche.
    3 Será como árbol plantado entre acequias,
    da su fruto en sazón, su fronda no se agosta.
    Todo cuanto emprende prospera:
    4 pero no será así con los malvados.
    Serán como tamo impulsado por el viento.
    5 No se sostendrán los malvados en el juicio,
    ni los pecadores en la reunión de los justos.
    6 Pues Yahvé conoce el camino de los justos,
    pero el camino de los malvados se extravía.

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  34. SALMO 2

    El drama mesiánico

    1 ¿Por qué se amotinan las naciones
    y los pueblos conspiran en vano?
    2 Los reyes de la tierra se sublevan,
    los príncipes a una se alían
    en contra de Yahvé y su Ungido:
    3 «Rompamos sus cadenas,
    sacudámonos sus riendas».
    4 El que habita en el cielo se ríe,
    Yahvé se burla de ellos.
    5 Después les habla irritado,
    los espanta lleno de cólera:
    6 «Yo mismo he consagrado a mi rey,
    en Sión, mi monte santo».
    7 Haré público el decreto de Yahvé:
    Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
    hoy te he engendrado.
    8 Si me lo pides, te daré en herencia las naciones,
    en propiedad la inmensidad de la tierra;
    9 los machacarás con cetro de hierro,
    los pulverizarás como vasija de barro».
    10 Por eso, reyes, pensadlo bien,
    aprended la lección, gobernantes de la tierra.
    11 Servid a Yahvé con temor,
    12 temblando besad sus pies;
    no sea que se irrite y os perdáis,
    pues su cólera se inflama en un instante.
    ¡Dichoso quien se acoge a él!

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  35. SALMO 3

    Clamor matinal del justo perseguido
    1 Salmo. De David. Cuando huía de su hijo Abasalón.

    2 Yahvé, ¡cuántos son mis adversarios,
    cuántos los que se alzan contra mí!
    3 ¡Cuántos los que dicen de mí:
    «que no espere salvación en Dios»! Pausa.
    4 Pero tú, Yahvé, mi escudo protector,
    mi orgullo, el que levanta mi frente.
    5 Invoco a gritos a Yahvé,
    y me responde desde su monte santo. Pausa.
    6 Me acuesto y me duermo,
    me despierto: Yahvé me sostiene.
    7 No temo a esas gentes que a millares
    se apuestan en torno contra mí.
    8 ¡Levántate, Yahvé! ¡Sálvame, Dios mío!
    Tú golpeas el rostro de mi enemigo,
    tú rompes los dientes de los malvados.
    9 En Yahvé está la salvación,
    baje sobre tu pueblo tu bendición. Pausa.

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  36. ALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

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  37. SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

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  38. SALMO 6

    Plegaria en la tribulación
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. En octava. Salmo. De David.

    2 Yahvé, no me corrijas con tu cólera,
    no me castigues con tu furor.
    3 Piedad, Yahvé, que estoy baldado,
    cura, Yahvé, mis huesos sin fuerza.
    4 Me encuentro del todo abatido.
    Y tú, Yahvé, ¿hasta cuándo?
    5 Vuélvete, Yahvé, restablece mi vida,
    ponme a salvo por tu misericordia.
    6 Que después de morir nadie te recuerda,
    y en el Seol ¿quién te alabará?
    7 Estoy extenuado de gemir,
    baño mi lecho cada noche,
    inundo de lágrimas mi cama;
    8 mis ojos se consumen de rabia.
    La insolencia define a mis opresores,
    9 ¡apartaos de mí, malhechores!
    Que Yahvé ha escuchado mi llanto;
    10 Yahvé ha escuchado mi súplica,
    Yahvé acepta mi oración.
    11 ¡Queden corridos, confusos mis enemigos,
    retrocedan de inmediato, cubiertos de vergüenza!

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  39. SALMO 7

    Oración del justo perseguido
    1 Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a propósito del benjaminita Cus.

    2 Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
    sálvame de mis perseguidores, líbrame;
    3 que no me destrocen como un león
    y me desgarren sin nadie que me libre.
    4 Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,
    si hay en mis manos injusticia,
    5 si a mi bienhechor con mal he respondido,
    si he perdonado al opresor injusto,
    6 ¡que el enemigo me persiga y me alcance,
    que me estrelle vivo contra el suelo
    y esparza mis entrañas por el polvo! Pausa.
    7 Levántate, Señor, lleno de cólera,
    álzate contra la ira de mis opresores,
    despierta ya, Dios mío,
    tú que el juicio convocas.
    8 Que te rodee una asamblea de naciones,
    y tú desde lo alto la presides.
    9 (Yahvé, juez de los pueblos).
    Júzgame, Señor, según mi justicia,
    conforme a mi integridad.
    10 Que cese la maldad de los malvados,
    afianza al inocente,
    tú que escrutas corazones y entrañas,
    tú, Dios justo.
    11 Mi escudo está en Dios,
    salvador de los que viven rectamente.
    12 Dios es juez justo, tardo a la cólera,
    pero un Dios que castiga cada día.
    *
    13 Si no se convierte el hombre,
    afila su espada,
    tensa y asesta su arco,
    14 le prepara armas letales,
    tizones serán sus flechas.
    15 Vedle en su preñez de iniquidad,
    malicia concibió, fracaso pare.
    16 Cavó una fosa, cavó bien hondo,
    mas cayó en el hoyo que él abrió;
    17 se vuelva contra él su maldad,
    su violencia recaiga en su cabeza.
    18 Doy gracias a Yahvé por su justicia,
    tañeré para el nombre del Altísimo.

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  40. SALMO 8

    Poder del nombre divino
    1 Del maestro de coro. Según la... de Gat. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé, Señor nuestro,
    qué glorioso es tu nombre en toda la tierra!
    Tú que asientas tu majestad sobre los cielos,
    3 por boca de chiquillos, de niños de pecho,
    cimentas un baluarte frente a tus adversarios,
    para acabar con enemigos y rebeldes.
    4 Al ver tu cielo, hechura de tus dedos,
    la luna y las estrellas que pusiste,
    5 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
    el hijo de Adán para que de él te cuides?
    6 Apenas inferior a un dios lo hiciste,
    coronándolo de gloria y esplendor;
    7 señor lo hiciste de las obras de tus manos,
    todo lo pusiste bajo sus pies:
    8 ovejas y bueyes, juntos,
    y hasta las bestias del campo,
    9 las aves del cielo, los peces del mar
    que circulan por las sendas de los mares.
    10 ¡Yahvé, Señor nuestro,
    qué glorioso es tu nombre en toda la tierra!

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  41. SALMO 9-10 va al principio

    Dios humilla a los impíos y salva a los humildes
    1 Del maestro de coro. Para oboes y arpa. Salmo. De David.
    Álef.

    2 Te doy gracias, Yahvé, de todo corazón,
    voy a proclamar todas tus maravillas;
    3 quiero alegrarme y gozar en ti,
    tañer para tu nombre, Altísimo.

    Bet.

    4 Mis enemigos retroceden,
    flaquean, se desvanecen ante ti,
    5 pues defendiste mi causa y mi juicio,
    sentado en tu sede como justo juez.

    Guímel.

    6 Expulsaste a los paganos, destruiste al malvado,
    borraste su nombre para siempre jamás;
    7 se acabó el enemigo, como ruina perpetua,
    asolaste sus ciudades, se apagó su recuerdo.

    He.

    Pero 8 Yahvé se sienta para siempre,
    establece para el juicio su trono;
    9 él juzga al orbe con justicia,
    sentencia a los pueblos con rectitud.

    Vau.

    10 ¡Sea Yahvé baluarte del oprimido,
    baluarte en tiempos de angustia!
    11 Confíen en ti los que conocen tu nombre,
    pues no abandonas a los que te buscan, Yahvé.

    Zain.

    12 Cantad para Yahvé, que habita en Sión,
    publicad entre los pueblos sus hazañas;
    13 pide cuentas del crimen, y se acuerda de ellos,
    no desoye el grito angustiado de los desdichados.

    Jet.

    14 Piedad de mí, Yahvé, mira mi aflicción,
    tú que me recobras de las puertas de la muerte,
    15 para que proclame todas tus proezas
    a las puertas de Sión, gozoso de tu triunfo.

    Tet.

    16 Se hundieron los paganos en la fosa que hicieron,
    en la red que ocultaron quedó su pie prendido.
    17 Yahvé se ha dado a conocer, ha hecho justicia,
    ha enredado al malvado en las obras de sus manos. Sordina.
    Pausa.

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  42. Yod.

    18 ¡Vuelvan los malvados al Seol,
    todos los paganos que de Dios se olvidan!

    Kaf.

    19 No quedará olvidado el pobre para siempre,
    la esperanza de los desdichados nunca se frustrará.
    20 ¡Levántate, Yahvé, no triunfe el hombre,
    sean juzgados los paganos en tu presencia!
    21 Llénalos, Yahvé, de terror,
    sepan los paganos que sólo son hombres. Pausa.

    Lámed. 10

    1 ¿Por qué, Yahvé, te quedas lejos,
    te escondes en las horas de la angustia?
    2 El orgullo del malvado acosa al desdichado,
    queda preso en la trampa que le ha urdido.

    (Mem).

    3 Sí, de su ambición se jacta el malvado,
    el codicioso que bendice desprecia a Yahvé;

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  43. (Nun).

    4 el malvado dice altanero:
    «¡No hay Dios!», es todo lo que piensa.
    5 En toda ocasión triunfan sus empresas,
    tus decisiones le traen sin cuidado,
    desprecia a todos sus rivales.
    6 Dice para sí: «Jamás vacilaré»;
    como en desgracia no se ve, 7 maldice.

    (Sámek).
    (Pe).

    Su boca rebosa fraude y doblez,
    oculta su lengua maldad y perfidia;
    8 se aposta al acecho entre las cañas,
    y asesina al inocente a escondidas.

    (Ain).

    Todo ojos, espía al desvalido,
    9 acecha escondido como león en su guarida,
    acecha para atrapar al desdichado,
    atrapa al desdichado atrayéndolo a su red.

    (Sade).

    10 Espía, se agazapa, se encoge,
    el desvalido cae en su poder;
    11 dice para sí: «Dios se ha olvidado,
    oculta su rostro, no ha de ver jamás».

    Qof.

    12 ¡Álzate, Yahvé, extiende tu mano!
    ¡Nunca te olvides de los desdichados!
    13 ¿Por qué desprecia el malvado a Dios,
    diciendo para sí: «No vendrás a indagar»?

    Res.

    14 Has visto la pena y la tristeza,
    las miras y las tomas en tu mano:
    el desvalido en ti se abandona,
    tú eres el auxilio del huérfano.

    Sin.

    15 ¡Quiebra el brazo del malvado,
    persigue su impiedad sin dejar rastro!
    16 ¡Yahvé es rey por siempre, por los siglos;
    han sido barridos los paganos de su tierra!

    Tau.

    17 El deseo de los humildes tú escuchas, Yahvé,
    confortas su corazón, les prestas atención,
    18 para hacer justicia al huérfano, al vejado.
    ¡Cese ya en su terror el hombre salido de la tierra!

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  44. SALMO 11
    (10)
    Confianza del justo
    1 Del maestro de coro. De David.

    En Yahvé me cobijo; ¿cómo, pues, me decís:
    «Huye, pájaro, a tu monte,
    2 que los malvados tensan su arco,
    ajustan a la cuerda su saeta,
    para disparar en la sombra contra los honrados?
    3 Si están en ruinas los cimientos,
    ¿qué puede hacer el justo?».
    4 Yahvé en su santo Templo,
    Yahvé en su trono celeste;
    sus ojos ven el mundo,
    sus pupilas examinan a los hombres.
    5 Yahvé examina al justo y al malvado,
    odia al que ama la violencia.
    6 ¡Lluevan sobre el malvado brasas y azufre,
    y un viento abrasador como porción de su copa!
    7 Pues Yahvé es justo y ama la justicia,
    los rectos contemplarán su rostro.

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  45. SALMO 12
    (11)
    Contra el mundo mentiroso
    1 Del maestro de coro. En octava. Salmo. De David.

    2 ¡Sálvanos, Yahvé, que escasean los fieles,
    que desaparece la lealtad entre los hombres!
    3 Falsedades se dicen entre sí,
    con labios melosos y doblez de corazón.
    4 Acabe Yahvé con los labios melosos,
    con la lengua que profiere bravatas,
    5 los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza,
    nuestros labios nos defienden, ¿quién será nuestro amo?».
    6 Por la opresión del humilde, por el gemido del pobre,
    me voy a levantar, dice Yahvé,
    a poner a salvo a quien lo ansía.
    7 Las palabras de Yahvé son palabras limpias,
    plata pura a ras de tierra, siete veces purgada.
    8 Tú, Yahvé, nos guardarás,
    nos librarás de esa gente para siempre;
    9 los malvados que nos rodean se irán,
    colmo de vileza entre los hombres.

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  46. SALMO 13
    (12)
    Clamor confiado
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¿Hasta cuándo, Yahvé? ¿Me olvidarás para siempre?
    ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
    3 ¿Hasta cuándo andaré angustiado,
    con el corazón en un puño día y noche?
    ¿Hasta cuándo me someterá el enemigo?
    4 ¡Mira, respóndeme, Yahvé Dios mío!
    Da luz a mis ojos, no me duerma en la muerte,
    5 no diga mi enemigo: «¡Le he podido!»,
    no se alegre mi adversario al verme vacilar.
    6 Pues yo confío en tu amor,
    en tu salvación goza mi corazón.
    ¡A Yahvé cantaré por el bien que me ha hecho,
    tañeré en honor de Yahvé, el Altísimo!

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  47. SALMO 14
    (13)
    El hombre sin Dios
    1 Del maestro de coro. De David.

    Dice el necio en su interior:
    «¡No existe Dios!»
    Corrompidos están, da asco su conducta,
    no hay quien haga el bien.
    2 Se asoma Yahvé desde los cielos
    hacia los hijos de Adán,
    por ver si hay algún sensato,
    alguien que busque a Dios.
    3 Todos están descarriados,
    todos a una pervertidos.
    No hay quien haga el bien,
    ni uno siquiera.
    4 ¿No aprenderán los malhechores
    que devoran a mi pueblo como pan
    y no invocan a Yahvé?
    5 Allí se han puesto a temblar,
    pues Dios está por el justo:
    6 el designio del pobre os confunde
    porque Yahvé es su refugio.
    7 ¡Ojalá venga de Sión la salvación de Israel!
    Cuando cambie Yahvé la suerte de su pueblo,
    Jacob exultará, Israel se alegrará.

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  48. SALMO 15 va al principio
    (14)
    El huésped de Yahvé
    1 Salmo. De David.

    Yahvé, ¿quién vivirá en tu tienda?,
    ¿quién habitará en tu monte santo?
    2 El de conducta íntegra
    que actúa con rectitud,
    que es sincero cuando piensa
    3 y no calumnia con su lengua;
    que no daña a conocidos
    ni agravia a su vecino;
    4 que mira con desprecio al réprobo
    y honra a los que temen a Yahvé;
    que jura en su perjuicio y no retracta;
    5 que no presta a usura su dinero
    ni acepta soborno contra el inocente.
    Quien obra así jamás vacilará.

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  49. SALMO 18
    (17)
    Te Deum real
    1 Del maestro de coro. Del siervo de Yahvé, David, que dirigió a Yahvé las palabras de este cántico el día en que Yahvé lo libró de todos sus enemigos y de las manos de Saúl.2 Dijo:

    Te quiero, Yahvé, mi fortaleza
    (mi salvador, que me salva de la violencia).
    3 Yahvé, mi roca y mi baluarte,
    mi libertador y mi Dios;
    la roca en que me amparo,
    mi escudo y mi fuerza salvadora,
    mi ciudadela y mi refugio.
    4 Invoco a Yahvé, digno de alabanza,
    y me veo libre de mis enemigos.
    5 Las olas de la muerte me envolvían,
    me espantaban los torrentes destructores,
    6 los lazos del Seol me rodeaban,
    me aguardaban los cepos de la muerte.
    7 En mi angustia grité a Yahvé,
    pedí socorro a mi Dios;
    desde su templo escuchó mi voz,
    resonó mi socorro en sus oídos.
    8 La tierra rugió, retembló,
    temblaron las bases de los montes
    (vacilaron bajo su furor).
    9 De su nariz salía una humareda,
    de su boca un fuego abrasador
    (y lanzaba carbones encendidos).
    10 Inclinó los cielos y bajó,
    con espeso nublado a sus pies;
    11 volaba a lomos de un querubín,
    sostenido por las alas del viento.
    12 Se puso como tienda un cerco de tinieblas,
    de aguas oscuras y espesos nubarrones;
    13 el brillo de su presencia despedía
    granizo y ascuas de fuego.
    14 Tronó Yahvé en el cielo,
    lanzó el Altísimo su voz;
    15 disparó sus saetas y los dispersó,
    la cantidad de rayos los desbarató.
    16 El fondo del mar quedó a la vista,
    los cimientos del orbe aparecieron,
    a causa de tu bramido, Yahvé,
    al resollar el aliento de tu nariz.
    17 Lanzó su mano de lo alto y me agarró
    para sacarme de las aguas caudalosas;
    18 me libró de un enemigo poderoso,
    de adversarios más fuertes que yo.
    19 Me aguardaban el día de mi ruina,
    mas Yahvé fue un apoyo para mí;
    20 me sacó a campo abierto,
    me quería y me salvó.
    21 Mi rectitud recompensa Yahvé,
    retribuye la pureza de mis manos,
    22 pues guardé los caminos de Yahvé
    y no me rebelé contra mi Dios.
    23 Pues tengo presentes sus normas,
    sus preceptos no aparto de mi lado;
    24 he sido irreprochable con él,
    y de incurrir en culpa me he guardado.
    25 Yahvé retribuye mi rectitud,
    la pureza de mis manos que él conoce.
    26 Con el leal te muestras leal,
    intachable con el hombre sin tacha;
    27 con el puro eres puro,
    y sagaz con el ladino;
    28 tú que salvas a la gente humilde
    y abates los ojos altaneros.
    29 Tú, Yahvé, eres mi lámpara,
    mi Dios que alumbra mis tinieblas;
    30 con tu ayuda yo fuerzo el cerco,
    con mi Dios asalto la muralla.
    31 Dios es íntegro en su proceder,
    la palabra de Yahvé acrisolada,
    escudo de quienes se acogen a él.
    32 Pues ¿quién es Dios fuera de Yahvé?
    ¿Quién Roca, sino sólo nuestro Dios?
    33 El Dios que me ciñe de fuerza
    y hace mi conducta irreprochable,
    34 que hace mis pies como de cierva
    y en las alturas me sostiene en pie,
    35 que adiestra mis manos para la lucha
    y mis brazos para tensar el arco.
    36 Tú me das tu escudo victorioso,
    (tu diestra me sostiene),
    multiplicas tus cuidados conmigo,
    37 al andar ensanchas mis pasos,
    mis tobillos no se tuercen.
    38 Persigo a mis enemigos, les doy caza,
    no vuelvo hasta que acabo con ellos;
    39 los machaco, no pueden levantarse,
    sucumben debajo de mis pies.

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  50. SALMO 18
    (17)
    Te Deum real
    1 Del maestro de coro. Del siervo de Yahvé, David, que dirigió a Yahvé las palabras de este cántico el día en que Yahvé lo libró de todos sus enemigos y de las manos de Saúl.2 Dijo:

    Te quiero, Yahvé, mi fortaleza
    (mi salvador, que me salva de la violencia).
    3 Yahvé, mi roca y mi baluarte,
    mi libertador y mi Dios;
    la roca en que me amparo,
    mi escudo y mi fuerza salvadora,
    mi ciudadela y mi refugio.
    4 Invoco a Yahvé, digno de alabanza,
    y me veo libre de mis enemigos.
    5 Las olas de la muerte me envolvían,
    me espantaban los torrentes destructores,
    6 los lazos del Seol me rodeaban,
    me aguardaban los cepos de la muerte.
    7 En mi angustia grité a Yahvé,
    pedí socorro a mi Dios;
    desde su templo escuchó mi voz,
    resonó mi socorro en sus oídos.
    8 La tierra rugió, retembló,
    temblaron las bases de los montes
    (vacilaron bajo su furor).
    9 De su nariz salía una humareda,
    de su boca un fuego abrasador
    (y lanzaba carbones encendidos).
    10 Inclinó los cielos y bajó,
    con espeso nublado a sus pies;
    11 volaba a lomos de un querubín,
    sostenido por las alas del viento.
    12 Se puso como tienda un cerco de tinieblas,
    de aguas oscuras y espesos nubarrones;
    13 el brillo de su presencia despedía
    granizo y ascuas de fuego.

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  51. 14 Tronó Yahvé en el cielo,
    lanzó el Altísimo su voz;
    15 disparó sus saetas y los dispersó,
    la cantidad de rayos los desbarató.
    16 El fondo del mar quedó a la vista,
    los cimientos del orbe aparecieron,
    a causa de tu bramido, Yahvé,
    al resollar el aliento de tu nariz.
    17 Lanzó su mano de lo alto y me agarró
    para sacarme de las aguas caudalosas;
    18 me libró de un enemigo poderoso,
    de adversarios más fuertes que yo.
    19 Me aguardaban el día de mi ruina,
    mas Yahvé fue un apoyo para mí;
    20 me sacó a campo abierto,
    me quería y me salvó.
    21 Mi rectitud recompensa Yahvé,
    retribuye la pureza de mis manos,
    22 pues guardé los caminos de Yahvé
    y no me rebelé contra mi Dios.
    23 Pues tengo presentes sus normas,
    sus preceptos no aparto de mi lado;
    24 he sido irreprochable con él,
    y de incurrir en culpa me he guardado.
    25 Yahvé retribuye mi rectitud,
    la pureza de mis manos que él conoce.
    26 Con el leal te muestras leal,
    intachable con el hombre sin tacha;
    27 con el puro eres puro,
    y sagaz con el ladino;
    28 tú que salvas a la gente humilde
    y abates los ojos altaneros.
    29 Tú, Yahvé, eres mi lámpara,
    mi Dios que alumbra mis tinieblas;
    30 con tu ayuda yo fuerzo el cerco,
    con mi Dios asalto la muralla.
    31 Dios es íntegro en su proceder,
    la palabra de Yahvé acrisolada,
    escudo de quienes se acogen a él.
    32 Pues ¿quién es Dios fuera de Yahvé?
    ¿Quién Roca, sino sólo nuestro Dios?
    33 El Dios que me ciñe de fuerza
    y hace mi conducta irreprochable,
    34 que hace mis pies como de cierva
    y en las alturas me sostiene en pie,
    35 que adiestra mis manos para la lucha
    y mis brazos para tensar el arco.
    36 Tú me das tu escudo victorioso,
    (tu diestra me sostiene),
    multiplicas tus cuidados conmigo,
    37 al andar ensanchas mis pasos,
    mis tobillos no se tuercen.
    38 Persigo a mis enemigos, les doy caza,
    no vuelvo hasta que acabo con ellos;
    39 los machaco, no pueden levantarse,
    sucumben debajo de mis pies.

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  52. 40 Me ciñes de valor para el combate,
    sometes bajo mi pie a mis agresores,
    41 pones en fuga a mis enemigos,
    exterminas a los que me odian.
    42 Piden auxilio y nadie los salva,
    a Yahvé, y no les responde.
    43 Los reduzco como polvo al viento,
    los piso como barro de las calles.
    44 Me libras de los pleitos de mi pueblo,
    me pones al frente de naciones;
    pueblos desconocidos me sirven;
    45 los extranjeros me adulan,
    todo oídos, me obedecen,
    46 los extranjeros se acobardan,
    dejan temblando sus refugios.
    47 ¡Viva Yahvé, bendita sea mi Roca,
    sea ensalzado mi Dios salvador,
    48 el Dios que me concede la venganza
    y abate los pueblos a mis plantas!
    49 Tú me libras de mis enemigos,
    me exaltas sobre mis agresores,
    me salvas del hombre violento.
    50 Por eso te alabaré entre las naciones,
    en tu honor, Yahvé, cantaré.
    51 Él ennoblece las victorias de su rey
    y muestra su amor a su ungido,
    a David y su linaje para siempre.

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  53. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

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  54. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

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  55. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

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  56. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

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  57. SALMO 23
    (22)
    El Buen Pastor
    1 Salmo. De David.

    Yahvé es mi pastor, nada me falta.
    2 En verdes pastos me hace reposar.
    Me conduce a fuentes tranquilas,
    3 allí reparo mis fuerzas.
    Me guía por cañadas seguras
    haciendo honor a su nombre.
    4 Aunque fuese por valle tenebroso,
    ningún mal temería,
    pues tú vienes conmigo;
    tu vara y tu cayado me sosiegan.
    5 Preparas ante mí una mesa,
    a la vista de mis enemigos;
    perfumas mi cabeza,
    mi copa rebosa.
    6 Bondad y amor me acompañarán
    todos los días de mi vida,
    y habitaré en la casa de Yahvé
    un sinfín de días.

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  58. SALMO 24
    (23)
    Liturgia de entrada en el santuario
    1 Salmo. De David.

    De Yahvé es la tierra y cuanto la llena,
    el orbe y cuantos lo habitan,
    2 pues él lo fundó sobre los mares,
    lo asentó sobre los ríos.
    3 ¿Quién subirá al monte de Yahvé?,
    ¿quién podrá estar en su santo recinto?
    4 El de manos limpias y puro corazón,
    el que no suspira por los ídolos
    ni jura con engaño.
    5 Ése logrará la bendición de Yahvé,
    el perdón de Dios, su Salvador.
    6 Ésta es la generación que lo busca,
    la que acude a tu presencia, Dios de Jacob. Pausa.
    7 ¡Puertas, alzad los dinteles,
    levantaos, antiguos portones,
    y que entre el rey de la gloria!
    8 ¿Quién es el rey de la gloria?
    Yahvé, el fuerte, el valiente,
    Yahvé, valiente en la lucha.
    9 ¡Puertas, alzad los dinteles,
    levantaos, antiguos portones,
    y que entre el rey de la gloria!
    10 ¿Quién es el rey de la gloria?
    Yahvé Sebaot,
    él es el rey de la gloria. Pausa.

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  59. SALMO 25 va al principio
    (24)
    Oración en el peligro
    1 De David.
    Alef.

    A ti, Yahvé, dirijo mi anhelo.
    2 A ti, Dios mío.

    Bet.

    En ti confío, ¡no quede defraudado,
    ni triunfen de mí mis enemigos!

    Guímel.

    3 El que espera en ti no queda defraudado,
    queda defraudado el que traiciona sin motivo.

    Dálet.

    4 Muéstrame tus caminos, Yahvé,
    enséñame tus sendas.

    He.

    5 Guíame fielmente, enséñame,
    pues tú eres el Dios que me salva.

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  60. (Vau.)

    En ti espero todo el día,
    7 cpor tu bondad, Yahvé.

    Zain.

    6 Acuérdate, Yahvé, de tu ternura
    y de tu amor, que son eternos.

    Jet.

    7 De mis faltas juveniles no te acuerdes,
    acuérdate de mí según tu amor.

    Tet.

    8 Bueno y recto es Yahvé:
    muestra a los pecadores el camino,

    Yod.

    9 conduce rectamente a los humildes
    y a los pobres enseña su sendero.

    Kaf.

    10 Amor y verdad son las sendas de Yahvé
    para quien guarda su alianza y sus preceptos.

    Lámed.

    11 Haz gala de tu nombre, Yahvé,
    y perdona mi culpa, que es grande.

    Mem.

    12 Cuando un hombre respeta a Yahvé,
    él le indica el camino a seguir;

    Nun.

    13 vivirá colmado de dicha,
    su estirpe poseerá la tierra.

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  61. Sámek.

    14 Yahvé se confía a sus adeptos,
    los va instruyendo con su alianza.

    Ain.

    15 Mis ojos están fijos en Yahvé,
    que sacará mis pies de la trampa.

    Pe.

    16 Vuélvete a mí, tenme piedad,
    me siento solo y desdichado.

    Sade.

    17 La angustia crece en mi corazón,
    hazme salir de mis tormentos.

    (Qof.)

    18 Mira mi aflicción y mi penar,
    perdona todos mis pecados.

    Res.

    19 Mira cuántos son mis enemigos,
    la violencia del odio que me tienen.

    Sin.

    20 Guarda mi vida, ponme a salvo,
    no me avergüence por confiar en ti.

    Tau.

    21 Integridad y rectitud me ampararán,
    porque espero en ti, Yahvé.
    22 Redime, Dios, a Israel
    de todas sus angustias.

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  62. SALMO 28
    (27)
    Súplica y acción de gracias
    1 De David.

    A ti alzo mi voz, Yahvé,
    roca mía, no enmudezcas;
    pues si te callas seré igual
    que los que bajan a la fosa.
    2 Oye la voz de mi súplica,
    cuando te pido socorro,
    cuando levanto mis manos,
    hacia tu santo templo.
    3 No me arrastres con los malvados,
    tampoco con los malhechores,
    que hablan de paz a su vecino
    y el mal se oculta en su corazón.
    4 Págales, Yahvé, según sus obras,
    según la malicia de sus actos,
    trátalos conforme a sus acciones,
    págales con su misma moneda.
    5 No entienden las obras de Yahvé,
    lo que han hecho sus manos:
    ¡que los derribe y no los reconstruya!
    6 ¡Bendito Yahvé, que ha escuchado
    la voz de mi plegaria!
    7 Yahvé es mi fuerza y mi escudo,
    en él confía mi corazón:
    su ayuda me llena de alegría,
    le doy gracias con mi canto.
    8 Yahvé es la fuerza de su pueblo,
    un baluarte que salva a su ungido.
    9 Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad,
    pastoréalos y llévalos por siempre.

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  63. SALMO 29
    (28)
    Himno al Señor de la tormenta
    1 Salmo. De David.

    ¡Rendid a Yahvé, hijos de Dios,
    rendid a Yahvé gloria y poder!
    2 Rendid a Yahvé la gloria de su nombre,
    postraos ante Yahvé en el atrio sagrado.
    3 La voz de Yahvé sobre las aguas,
    el Dios de la gloria truena,
    ¡es Yahvé sobre las aguas caudalosas!
    4 La voz de Yahvé con fuerza,
    la voz de Yahvé con majestad.
    5 La voz de Yahvé desgaja los cedros,
    desgaja Yahvé los cedros del Líbano,
    6 hace brincar como novillo al Líbano,
    al Sarión como cría de búfalo.
    7 La voz de Yahvé afila llamaradas.
    8 La voz de Yahvé estremece la estepa,
    estremece Yahvé el desierto de Cades.
    9 La voz de Yahvé retuerce las encinas,
    deja desnudas las selvas.
    Todo en su Templo grita: ¡Gloria!
    10 Yahvé se sentó sobre el diluvio,
    Yahvé se sienta como rey eterno.
    11 Yahvé da poder a su pueblo,
    Yahvé bendice a su pueblo con la paz.

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  64. SALMO 30 va al principio
    (29)
    Acción de gracias después de un peligro de muerte
    1 Salmo. Cántico para la dedicación de la Casa. De David.

    2 Te ensalzo, Yahvé, porque me has levantado,
    no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
    3 Yahvé, Dios mío, te pedí auxilio y me curaste.
    4 Tú, Yahvé, sacaste mi vida del Seol,
    me reanimaste cuando bajaba a la fosa.
    5 Cantad para Yahvé los que lo amáis,
    recordad su santidad con alabanzas.
    6 Un instante dura su ira,
    su favor toda una vida;
    por la tarde visita de lágrimas,
    por la mañana gritos de júbilo.
    7 Al sentirme seguro me decía:
    «Jamás vacilaré».
    8 Tu favor, Yahvé, me afianzaba
    más firme que sólidas montañas;
    pero luego escondías tu rostro
    y quedaba todo conturbado.
    9 A ti alzo mi voz, Yahvé,
    a mi Dios piedad imploro:
    10 ¿Qué ganas con mi sangre, con que baje a la fosa?
    ¿Puede el polvo alabarte, anunciar tu verdad?
    11 ¡Escucha, Yahvé, ten piedad de mí!
    ¡Sé tú, Yahvé, mi auxilio!
    12 Has cambiado en danza mi lamento:
    me has quitado el sayal, me has vestido de fiesta.
    13 Por eso mi corazón te cantará sin parar;
    Yahvé, Dios mío, te alabaré por siempre.

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  65. 17 Que brille tu rostro sobre tu siervo,
    ¡sálvame por tu amor!
    18 Yahvé, no quede yo defraudado
    después de haberte invocado;
    que queden defraudados los impíos,
    que bajen en silencio al Seol.
    19 Enmudezcan los labios mentirosos
    que hablan insolentes contra el justo,
    llenos de orgullo y desprecio.
    20 ¡Qué grande es tu bondad, Yahvé!
    La reservas para tus adeptos,
    se la das a los que a ti se acogen
    a la vista de todos los hombres.
    21 Los ocultas donde tú solo los ves,
    lejos de las intrigas de los hombres;
    bajo techo los pones a cubierto
    de las querellas de las lenguas.
    22 ¡Bendito Yahvé que me ha brindado
    maravillas de amor (en plaza fuerte)!
    23 ¡Y yo que decía alarmado:
    «Estoy dejado de tus ojos»!
    Pero oías la voz de mi plegaria
    cuando te gritaba auxilio.
    24 Amad a Yahvé, todos sus amigos,
    a los fieles protege Yahvé;
    pero devuelve con creces
    al que obra con orgullo.
    25 ¡Tened valor, y firme el corazón,
    vosotros, los que esperáis en Yahvé!

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  66. SALMO 33
    (32)
    Himno a la Providencia

    1 ¡Aclamad con júbilo, justos, a Yahvé,
    que la alabanza es propia de hombres rectos!
    2 ¡Dad gracias a Yahvé con la cítara,
    tocad con el arpa de diez cuerdas;
    3 cantadle un cántico nuevo,
    acompañad la música con aclamaciones!
    4 Pues recta es la palabra de Yahvé,
    su obra toda fundada en la verdad;
    5 él ama la justicia y el derecho,
    del amor de Yahvé está llena la tierra.
    6 Por la palabra de Yahvé fueron hechos los cielos,
    por el aliento de su boca todos sus ejércitos.
    7 Él recoge, como un dique, las aguas del mar,
    mete en depósitos los océanos.
    8 ¡Tema a Yahvé la tierra entera,
    tiemblen ante él los habitantes del orbe!
    9 Pues él habló y así fue,
    él lo mandó y se hizo.
    10 Yahvé frustra el plan de las naciones,
    hace vanos los proyectos de los pueblos;
    11 pero el plan de Yahvé subsiste para siempre,
    sus decisiones de generación en generación.
    12 ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahvé,
    el pueblo que escogió para sí como heredad!
    13 Yahvé observa de lo alto del cielo,
    ve a todos los seres humanos;
    14 desde el lugar de su trono mira
    a todos los habitantes de la tierra;
    15 él, que modela el corazón de cada uno,
    y repara en todas sus acciones.
    16 No se salva el rey por su gran ejército,
    ni el guerrero escapa por su enorme fuerza.
    17 Vana cosa el caballo para la victoria,
    ni con todo su vigor puede salvar.
    18 Los ojos de Yahvé sobre sus adeptos,
    sobre los que esperan en su amor,
    19 para librar su vida de la muerte
    y mantenerlos en tiempo de penuria.
    20 Esperamos anhelantes a Yahvé,
    él es nuestra ayuda y nuestro escudo;
    21 en él nos alegramos de corazón
    y en su santo nombre confiamos.
    22 Que tu amor, Yahvé, nos acompañe,
    tal como lo esperamos de ti.

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  67. SALMO 34
    (33)
    Loa de la justicia divina
    1 De David. Cuando, fingiéndose demente ante Abimélec, fue despachado por él y se marchó.
    Alef.

    2 Bendeciré en todo tiempo a Yahvé,
    sin cesar en mi boca su alabanza;

    Bet.

    3 en Yahvé se gloría mi ser,
    ¡que lo oigan los humildes y se alegren!

    Guímel.

    4 Ensalzad conmigo a Yahvé,
    exaltemos juntos su nombre.

    Dálet.

    5 Consulté a Yahvé y me respondió:
    me libró de todos mis temores.

    He.

    6 Los que lo miran quedarán radiantes,
    no habrá sonrojo en sus semblantes.

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  68. Zain.

    7 Si grita el pobre, Yahvé lo escucha,
    y lo salva de todas sus angustias.

    Jet.

    8 El ángel de Yahvé pone su tienda
    en torno a sus adeptos y los libra.

    Tet.

    9 Gustad y ved lo bueno que es Yahvé,
    dichoso el hombre que se acoge a él.

    Yod.

    10 Respetad a Yahvé, santos suyos,
    que a quienes le temen nada les falta.

    Kaf.

    11 Los ricos empobrecen y pasan hambre,
    los que buscan a Yahvé de ningún bien carecen.

    Lámed.

    12 Venid, hijos, escuchadme,
    os enseñaré el temor de Yahvé.

    Mem.

    13 ¿A qué hombre no le gusta la vida,
    no anhela días para gozar de bienes?

    Nun.

    14 Guarda del mal tu lengua,
    tus labios de la mentira;

    Sámek.

    15 huye del mal y obra el bien,
    busca la paz y anda tras ella.

    Ain.

    16 Los ojos de Yahvé sobre los justos,
    sus oídos escuchan sus gritos;

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  69. Pe.

    17 el rostro de Yahvé hacia los bandidos,
    para raer de la tierra su recuerdo.

    Sade.

    18 Cuando gritan, Yahvé los oye
    y los libra de sus angustias;

    Qof.

    19 Yahvé está cerca de los desanimados,
    él salva a los espíritus hundidos.

    Res.

    20 Muchas son las desgracias del justo,
    pero de todas le libra Yahvé;

    Sin.

    21 cuida de todos sus huesos,
    ni uno solo se romperá.

    Tau.

    22 Da muerte al malvado la maldad,
    los que odian al justo lo pagarán.
    23 Rescata Yahvé la vida de sus siervos,
    nada habrán de pagar los que a él se acogen.

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  70. 20 Pues no hablan en son de paz:
    contra la gente pacífica
    se inventan puras patrañas;
    21 de mí se ríen a gusto,
    diciendo: «Ja, ja,
    lo han visto nuestros ojos».
    22 Tú lo has visto, Yahvé, no te calles,
    Señor, no estés lejos de mí;
    23 despiértate, levántate en mi juicio,
    en defensa de mi causa, mi Dios y Señor.
    24 Júzgame con tu justicia, Yahvé,
    ¡Dios mío, no se rían de mí!
    25 Que no digan en su interior:
    «¡Ajá, lo que queríamos!».
    Que no digan: «Lo hemos tragado».
    26 ¡Vergüenza y confusión caigan a una
    sobre los que se ríen de mi mal;
    se cubran de vergüenza e ignominia
    los que se envalentonan a mi costa!
    27 Que se alegren y griten de júbilo
    los que en mi victoria se complacen,
    y digan siempre sin cesar:
    «Yahvé sea ensalzado,
    que en la paz de su siervo se complace».
    28 Mi lengua musitará tu justicia,
    todo el día tu alabanza.

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  71. SALMO 36
    (35)
    Maldad del pecador y bondad de Dios
    1 Del maestro de coro. Del siervo de Yahvé. De David.

    2 El pecado es un oráculo para el impío
    que le habla en el fondo de su corazón;
    no tiene temor de Dios
    ni aun estando en su presencia.
    3 Se halaga tanto a sí mismo
    que no descubre y detesta su culpa;
    4 sólo dice maldades y engaños,
    renunció a ser sensato, a hacer el bien.
    5 Maquina maldades en su lecho,
    se obstina en el camino equivocado,
    incapaz de rechazar el mal.
    6 Tu amor, Yahvé, llega al cielo,
    tu fidelidad alcanza las nubes;
    7 tu justicia, como las altas montañas,
    tus sentencias, profundas como el océano.
    Tú proteges a hombres y animales,
    8 ¡qué admirable es tu amor, oh Dios!
    Por eso los seres humanos
    se cobijan a la sombra de tus alas;
    9 se sacian con las provisiones de tu casa,
    en el torrente de tus delicias los abrevas;
    10 pues en ti está la fuente de la vida,
    y en tu luz vemos la luz.
    11 No dejes de amar a los que te conocen,
    de ser fiel con los hombres sinceros.
    12 ¡Que el pie del orgulloso no me pise,
    ni me avente la mano del impío!
    13 Ved cómo caen los malhechores,
    abatidos, no pueden levantarse.

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  72. SALMO 37
    (36)
    Destino del justo y del impío
    1 De David.
    Alef.

    No te acalores por los malvados,
    ni envidies a los que hacen el mal,
    2 pues pronto se secan como el heno,
    como la hierba tierna se marchitan.

    Bet.

    3 Confía en Yahvé y obra el bien,
    vive en la tierra y cuida tu fidelidad,
    4 disfruta pensando en Yahvé
    y te dará lo que pida tu corazón.

    Guímel.

    5 Encomienda tu vida a Yahvé,
    confía en él, que actuará;
    6 hará brillar como luz tu inocencia
    y tu honradez igual que el mediodía.

    Dálet.

    7 Descansa en Yahvé, espera en él,
    no te acalores contra el que prospera,
    contra el hombre que urde intrigas.

    He.

    8 Desiste de la ira, abandona el enojo,
    no te acalores, que será peor;
    9 pues los malvados serán extirpados,
    mas los que esperan en Yahvé heredarán la tierra.

    Vau.

    10 Un poco más, y no hay malvado,
    buscas su lugar, y ya no está;
    11 mas los humildes poseerán la tierra
    y gozarán de inmensa paz.

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  73. Zain.

    12 El malvado maquina contra el honrado,
    rechina los dientes contra él;
    13 pero el Señor de él se ríe,
    pues ve que llega su día.

    Jet.

    14 Desenvainan la espada los malvados,
    tensan su arco contra el mísero y el pobre,
    para matar a los hombres honrados;
    15 su espada penetrará en su corazón
    y sus arcos quedarán destrozados.

    Tet.

    16 Más vale lo poco del honrado
    que la enorme riqueza del malvado;
    17 se quebrarán los brazos del malvado,
    pero Yahvé sostiene a los honrados.

    Yod.

    18 Conoce Yahvé la vida de los íntegros
    su heredad durará para siempre;
    19 en tiempo de escasez no se avergonzarán,
    en días de penuria gozarán de hartura.

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  74. Kaf.

    20 Los malvados, en cambio, perecerán,
    todos los enemigos de Yahvé;
    se agostarán como el verdor de los prados,
    como humo se desvanecerán.

    Lámed.

    21 El malvado toma prestado y no devuelve,
    pero el honrado se compadece y da;
    22 los que él bendice poseerán la tierra,
    los que maldice serán exterminados.

    Mem.

    23 Yahvé da firmeza a los pasos del hombre,
    se complace en su camino;
    24 aunque caiga, no queda tirado,
    pues Yahvé lo sostiene por la mano.

    Nun.

    25 Fui joven, ya soy viejo,
    nunca vi a un justo abandonado,
    ni a sus hijos pidiendo pan.
    26 A diario es compasivo y presta,
    a sus hijos les aguarda la bendición.

    Sámek.

    27 Apártate del mal y obra el bien,
    y siempre tendrás una morada;
    28 porque Yahvé ama la justicia
    y no abandona a sus amigos.

    Ain.

    Los criminales son exterminados,
    la descendencia del malvado cercenada;
    29 los honrados poseerán la tierra,
    habitarán en ella para siempre.

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  75. Pe.

    30 La boca del honrado susurra sabiduría,
    su lengua habla con rectitud;
    31 la ley de su Dios está en su corazón,
    sus pasos nunca vacilan.

    Sade.

    32 Espía el malvado al honrado,
    tratando de acabar con él;
    33 mas Yahvé no lo entrega en su mano,
    ni deja que en el juicio lo condenen.

    Qof.

    34 Espera en Yahvé, sigue por su senda,
    él te exaltará y heredarás la tierra,
    contemplarás el exterminio del malvado.

    Res.

    35 He visto al malvado arrogante
    empinarse como cedro del Líbano;
    36 pasé luego y ya no estaba,
    lo busqué y no lo encontré.

    Sin.

    37 Observa al íntegro, mira al honrado,
    tendrá futuro el hombre de paz;
    38 mas el rebelde será aniquilado
    y el futuro del malvado frustrado.

    Tau.

    39 La salvación del honrado viene de Yahvé,
    él es su refugio en tiempo de angustia;
    40 Yahvé lo ayuda y lo libera,
    él lo libra del malvado,
    lo salva porque se acoge a él.

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  76. SALMO 41
    (40)
    Oración de un enfermo abandonado
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Dichoso el que cuida del débil y el pobre!
    El día de la desgracia Yahvé lo liberará.
    3 Yahvé lo guardará y conservará con vida,
    le concederá felicidad en la tierra,
    no lo abandonará a la saña de sus enemigos;
    4 Yahvé lo sostendrá en su lecho de dolor,
    cambiará la postración en que está sumido.
    5 Yo dije: «Ten piedad de mí, Yahvé,
    sáname, que he pecado contra ti».
    6 Mis enemigos hablan mal de mí:
    «¿Cuándo morirá y se perderá su apellido?».
    7 Viene alguien a verme y habla de cosas fútiles,
    va urdiendo falsedades y sale afuera a comentarlas.
    8 Los que me odian se juntan a difamarme,
    me achacan la desgracia que me aqueja:
    9 «Un mal diabólico se abate sobre él,
    ahora que se ha acostado, no se levantará».
    10 Hasta mi amigo íntimo en quien yo confiaba,
    mi compañero de mesa, me ha traicionado.
    11 Pero tú, Yahvé, ten piedad de mí,
    ponme de pie y les daré su merecido;
    12 en esto sabré que tú eres mi amigo:
    si mi enemigo no canta victoria sobre mí.
    13 En cuanto a mí, me mantendrás en mi inocencia,
    me admitirás por siempre en tu presencia.
    14 ¡Bendito sea Yahvé, Dios de Israel,
    desde siempre y hasta siempre!
    ¡Amén! ¡Amén!

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  77. SALMO 42-43
    (41-42)
    Lamento del levita desterrado
    1 Del maestro de coro. Poema. De los hijos de Coré.

    2 Como anhela la cierva los arroyos,
    así te anhela mi ser, Dios mío.
    3 Mi ser tiene sed de Dios,
    del Dios vivo;
    ¿cuándo podré ir a ver
    el rostro de Dios?
    4 Son mis lágrimas mi pan
    de día y de noche,
    cuando me dicen todo el día:
    «¿Dónde está tu Dios?».
    5 El recuerdo me llena de nostalgia:
    cuando entraba en la Tienda admirable
    y llegaba hasta la Casa de Dios,
    entre gritos de acción de gracias
    y el júbilo de los grupos de romeros.
    6 ¿Por qué desfallezco ahora
    y me siento tan azorado?
    Espero en Dios, aún lo alabaré:
    ¡Salvación de mi rostro, 7 Dios mío!
    Me siento desfallecer,
    por eso te recuerdo,
    desde el Jordán y el Hermón
    a ti, montaña humilde.
    8 Un abismo llama a otro abismo
    en medio del fragor de tus cascadas,
    todas tus olas y tus crestas
    han pasado sobre mí.
    9 De día enviará Yahvé su amor,
    y el canto que me inspire por la noche
    será oración al Dios de mi vida.
    10 Diré a Dios: Roca mía,
    ¿por qué me olvidas?,
    ¿por qué he de andar sombrío
    por la opresión del enemigo?
    11 Me rompen todos los huesos
    los insultos de mis adversarios,
    todo el día repitiéndome:
    ¿Dónde está tu Dios?
    12 ¿Por qué desfallezco ahora
    y me siento tan azorado?
    Espero en Dios, aún lo alabaré:
    ¡Salvación de mi rostro, Dios mío!

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  78. 43

    1 Hazme justicia, oh Dios,
    defiende mi causa
    contra gente sin amor;
    del hombre traidor
    y falso líbrame.
    2 Tú eres el Dios a quien me acojo:
    ¿por qué me has rechazado?,
    ¿por qué he de andar sombrío
    por la opresión del enemigo?
    3 Envía tu luz y tu verdad,
    ellas me escoltarán,
    me llevarán a tu monte santo,
    hasta entrar en tu Morada.
    4 Y llegaré al altar de Dios,
    al Dios de mi alegría.
    Te alabaré gozoso con la cítara,
    oh Dios, Dios mío.
    5 ¿Por qué desfallezco ahora
    y me siento tan azorado?
    Espero en Dios, aún lo alabaré:
    ¡Salvación de mi rostro, Dios mío!

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  79. SALMO 44
    (43)
    Elegía nacional
    1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Poema.

    2 Oh Dios, nuestros oídos lo oyeron,
    nos lo contaron nuestros padres,
    la obra que hiciste en su tiempo,
    antiguamente, 3 con tu propia mano.
    Para plantarlos a ellos, desposeíste naciones,
    para ensancharlos, maltrataste pueblos;
    4 no conquistaron la tierra con su espada,
    ni su brazo les dio la victoria;
    fueron tu diestra y tu brazo,
    y la luz de tu rostro, pues los amabas.
    5 Tú solo, Rey mío, Dios mío,
    decidías las victorias de Jacob;
    6 por ti hundíamos a nuestros adversarios,
    en tu nombre pisábamos a nuestros agresores.
    7 No ponía mi confianza en mi arco,
    ni mi espada me hizo vencedor;
    8 tú nos salvabas de nuestros adversarios,
    cubrías de vergüenza a nuestros enemigos;
    9 en Dios nos gloriábamos a diario,
    celebrando tu nombre sin cesar. Pausa.

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  80. 10 Y con todo nos rechazas y avergüenzas,
    no sales ya con nuestras tropas,
    11 nos haces dar la espalda al adversario,
    nuestros enemigos saquean a placer.
    12 Nos entregas como ovejas de matadero,
    nos desperdigas en medio de los pueblos;
    13 vendes a tu pueblo sin provecho,
    no sacas mucho de su venta.
    14 Nos haces la irrisión de los vecinos,
    burla y escarnio de los circundantes;
    15 las naciones nos sacan motes,
    los pueblos menean la cabeza.
    16 Tengo siempre delante mi ignominia,
    la vergüenza cubre mi semblante,
    17 al oír insultos y blasfemias,
    al presenciar odios y venganzas.
    18 Todo esto nos vino sin haberte olvidado,
    sin haber traicionado tu alianza.
    19 No se habían retractado nuestros corazones,
    ni habían dejado nuestros pasos tu sendero,
    20 pero nos aplastaste en morada de chacales
    nos cubriste con la sombra de la muerte.
    21 Si hubiésemos olvidado el nombre de nuestro Dios
    o alzado nuestras manos a un dios extranjero,
    22 ¿no se habría dado cuenta Dios,
    que conoce los secretos del corazón?
    23 Pero por ti nos matan cada día,
    nos tratan como a ovejas de matadero.
    24 ¡Despierta ya! ¿Por qué duermes, Señor?
    ¡Levántate, no nos rechaces para siempre!
    25 ¿Por qué ocultas tu rostro
    y olvidas nuestra miseria y opresión?
    26 Nuestro cuello está hundido en el polvo,
    pegado a la tierra nuestro vientre.
    27 ¡Alzate, ven en nuestra ayuda,
    rescátanos por tu amor!

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  81. SALMO 45 va al principio
    (44)
    Epitalamio real
    1 Del maestro de coro. Según la melodía: «Lirios...». De los hijos de Coré. Poema. Canto de amor.

    2 Un bello tema bulle en mi corazón;
    voy a recitar mi poema para un rey:
    mi lengua es pluma de ágil escriba.
    3 Eres la más hermosa de las personas,
    la gracia se derrama por tus labios,
    por eso Dios te bendice para siempre.
    4 Ciñe tu espada al costado, valiente,
    es tu gloria y tu esplendor; 5 marcha, cabalga,
    en pro de la verdad, la piedad y la justicia;
    que tu diestra te enseñe a hacer proezas.
    6 Agudas son tus flechas, sometes a los pueblos,
    pierden el coraje los enemigos del rey.
    7 Tu trono es eterno, como el de Dios;
    un cetro de equidad es tu cetro real.
    8 Amas la justicia y odias la iniquidad,
    por eso Dios, tu Dios, te ha ungido
    con óleo de fiesta más que a tus compañeros.
    9 A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
    desde salones de marfil arpas te recrean.
    10 Entre tus predilectas hay hijas de reyes,
    la reina a tu derecha, con oro de Ofir.
    11 Escucha, hija, mira, presta oído,
    olvida tu pueblo y la casa paterna,
    12 que prendado está el rey de tu belleza.
    El es tu señor, ¡póstrate ante él!
    13 La ciudad de Tiro llega con presentes,
    la gente más rica busca tu favor.
    14 Aparece, espléndida, la princesa,
    con ropajes recamados en oro;
    15 vestida de brocados la llevan ante el rey.
    La siguen las doncellas, sus amigas,
    16 que avanzan entre risas y alborozo
    al entrar en el palacio real.
    17 En lugar de tus padres, tendrás hijos;
    príncipes los harás sobre todo el país.
    18 ¡Haré que tu nombre se recuerde por generaciones,
    que los pueblos te alaben por los siglos de los siglos!

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  82. SALMO 46
    (45)
    Dios con nosotros
    1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Para oboes. Cántico.

    2 Dios es nuestro refugio y fortaleza,
    socorro en la angustia, siempre a punto.
    3 Por eso no tememos si se altera la tierra,
    si los montes vacilan en el fondo del mar,
    4 aunque sus aguas bramen y se agiten,
    y su ímpetu sacuda las montañas.
    (¡Con nosotros Yahvé Sebaot,
    nuestro baluarte el Dios de Jacob!) Pausa.
    5 ¡Un río!
    Sus brazos recrean la ciudad de Dios,
    santifican la morada del Altísimo.
    6 Dios está en medio de ella, no vacila,
    Dios la socorre al despuntar el alba.
    7 Braman las naciones, tiemblan los reinos,
    lanza él su voz, la tierra se deshace.
    8 ¡Con nosotros Yahvé Sebaot,
    nuestro baluarte el Dios de Jacob! Pausa.
    9 Venid a ver los prodigios de Yahvé,
    que llena la tierra de estupor.
    10 Detiene las guerras por todo el orbe;
    quiebra el arco, rompe la lanza,
    prende fuego a los escudos.
    11 «Basta ya, sabed que soy Dios,
    excelso sobre los pueblos, sobre la tierra excelso».
    12 ¡Con nosotros Yahvé Sebaot,
    nuestro baluarte el Dios de Jacob! Pausa.

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  83. SALMO 47
    (46)
    Yahvé, rey de Israel y del mundo
    1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.

    2 ¡Pueblos todos, tocad palmas,
    aclamad a Dios con gritos de alegría!
    3 Porque Yahvé, el Altísimo, es terrible,
    el Gran Rey de toda la tierra.
    4 Somete pueblos a nuestro yugo,
    naciones pone a nuestros pies;
    5 él nos elige nuestra heredad,
    orgullo de Jacob, su amado. Pausa.
    6 Sube Dios entre aclamaciones,
    Yahvé a toque de trompeta:
    7 ¡tocad para nuestro Dios, tocad,
    tocad para nuestro Rey, tocad!
    8 Es rey de toda la tierra:
    ¡tocad para Dios con destreza!
    9 Reina Dios sobre todas las naciones,
    Dios, sentado en su trono sagrado.
    10 Príncipes paganos se reúnen
    con el pueblo del Dios de Abrahán.
    De Dios son los gobernantes de la tierra,
    de él, inmensamente excelso.

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  84. SALMO 48
    (47)
    Sión, monte de Dios
    1 Cántico. Salmo. De los hijos de Coré.

    2 ¡Grande es Yahvé y muy digno de alabanza!
    En la ciudad de nuestro Dios
    está su monte santo,
    3 hermosa colina,
    alegría de toda la tierra.
    El monte Sión, confín del Norte,
    la ciudad del Gran Rey:
    4 Dios, desde sus palacios,
    se revela como baluarte.
    5 De pronto los reyes se alían,
    irrumpen todos a una;
    6 apenas lo ven, estupefactos,
    aterrados, huyen en tropel.
    7 Allí un temblor los invadió,
    espasmos como de parturienta,
    8 como el viento del este que destroza
    los navíos de Tarsis.
    9 Lo que habíamos oído lo hemos visto
    en la ciudad de Yahvé Sebaot,
    en la ciudad misma de nuestro Dios,
    que Dios afirmó para siempre. Pausa.
    10 Tu amor, oh Dios, evocamos
    en medio de tu templo;
    11 como tu fama, oh Dios, tu alabanza
    alcanza los confines de la tierra.
    Tu diestra rebosa justicia,
    12 el monte Sión se regocija,
    exultan las ciudades de Judá
    a causa de tus juicios.
    13 Dad vueltas en torno a Sión,
    contad sus torres;
    14 prestad atención a sus murallas,
    visitad sus palacios;
    para decir a la próxima generación:
    15 Este es Dios,
    nuestro Dios por los siglos,
    nuestro guía para siempre.

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  85. SALMO 49
    (48)
    Vanidad de las riquezas
    1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.

    2 ¡Oíd esto, pueblos todos,
    escuchad, habitantes del mundo,
    3 lo mismo plebeyos que notables,
    ricos y pobres a la vez!
    4 Mi boca va a hablar sabiduría,
    mi corazón meditará cordura;
    5 prestaré oído al proverbio,
    expondré mi enigma con la cítara.
    6 ¿Por qué he de temer los malos tiempos,
    cuando me cercan maliciosos los que me hostigan,
    7 los que ponen su confianza en su fortuna
    y se glorían de su enorme riqueza?
    8 No puede un hombre redimirse
    ni pagar a Dios por su rescate,
    9 (es muy caro el precio de su vida,
    y nunca tendrá suficiente)
    10 para vivir eternamente
    sin tener que ver la fosa.
    11 Puede ver, sin duda, morir a los sabios,
    lo mismo que perecen necios y estúpidos,
    y acabar dejando a otros sus riquezas.
    12 Sus tumbas son sus casas eternas,
    sus moradas de edad en edad,
    ¡y habían dado su nombre a países!
    13 El hombre opulento no entiende,
    a las bestias mudas se parece.
    14 Así andan ellos, seguros de sí mismos,
    y llegan al final, contentos de su suerte. Pausa.
    15 Como ovejas son llevados al Seol,
    los pastorea la Muerte,
    van derechos a la tumba.
    Su imagen se desvanece,
    el Seol es su mansión.
    16 Pero Dios rescatará mi vida,
    me cobrará de las garras del Seol. Pausa.
    17 No temas si alguien se enriquece,
    cuando crece el boato de su casa.
    18 Que, al morir, nada ha de llevarse,
    no bajará su boato con él.
    19 Aunque en vida se daba parabienes
    (¡te alaban cuando todo te va bien!),
    20 irá a unirse a sus antepasados,
    que no volverán a ver la luz.
    21 El hombre opulento no entiende,
    a las bestias mudas se parece.

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  86. SALMO 50 va al principio
    (49)
    El culto espiritual
    1 Salmo. De Asaf.

    Habla Yahvé, Dios de los dioses:
    convoca a la tierra de oriente a occidente.
    2 Desde Sión, la Hermosa sin par, Dios resplandece;
    3 viene nuestro Dios y no callará.
    Lo precede un fuego voraz,
    lo rodea violenta tempestad;
    4 convoca desde lo alto a los cielos,
    y a la tierra para juzgar a su pueblo.
    5 «Reunid ante mí a mis adeptos,
    que sellaron mi alianza con sacrificios».
    6 (Los cielos proclaman su justicia,
    pues Dios mismo viene como juez). Pausa.
    7 «Escucha, pueblo mío, voy a hablar,
    Israel, testifico contra ti,
    yo, Dios, tu Dios.
    8 No te acuso por tus sacrificios,
    ¡están siempre ante mí tus holocaustos!
    9 No tomaré novillos de tu casa,
    ni machos cabríos de tus apriscos,
    10 pues son mías las fieras salvajes,
    las bestias en los montes a millares;
    11 conozco las aves de los cielos,
    mías son las alimañas del campo.
    12 Si hambre tuviera, no te lo diría,
    porque mío es el orbe y cuanto encierra.
    13 ¿Acaso como carne de toros
    o bebo sangre de machos cabríos?
    14 Sacrifica a Dios dándole gracias,
    cumple todos tus votos al Altísimo:
    15 invócame en el día de la angustia,
    te libraré y tú me darás gloria.
    16 Pero al malvado Dios le dice:
    «¿A qué viene recitar mis preceptos
    y ponerte a hablar de mi alianza,
    17 tú que detestas la doctrina
    y a tus espaldas echas mis palabras?
    18 Si ves a un ladrón vas con él,
    compartes tu suerte con adúlteros;
    19 abres tu boca con malicia,
    tu lengua trama engaños.
    20 Te sientas a hablar contra tu hermano,
    deshonras al hijo de tu madre.
    21 Haces esto, ¿y he de callarme?
    ¿Piensas que soy como tú?
    Yo te acuso y te lo echo en cara.
    22 Entended esto bien los que olvidáis a Dios,
    no sea que os destroce y no haya quien os salve.
    23 Me honra quien sacrifica dándome gracias,
    al que es recto le haré ver la salvación de Dios».

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  87. por lo menos lee el 50, si te cansaste y despues razona que haces y que no haces, para ti robert f., diego c. y tito capac a.
    ustedes tienen un futuro por delante no se dejen manipular por los 2ings que los tienen amarrados, a ellos ustedes no les interesa ellos solo quieren el poder, pero el poder bajo que no se han ganado con esfuerzo sino solamente haciendo daño, piensenlo
    ATentamente un amigo que sabe que van ha cambiar

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  88. jajajjaja robert eres un hijo de perra y como seguramente ya terminaste no sacas mas noticias n el blog ya pues una ultima historia mas para no levatar sospechas tu y tus amigos hijos de perra

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  89. SOY UN EGRESADO DE LA FACULTAD DE PROCESOS, Y QUIERO FELICITARTE POR ESTA ACCION, TIENES MUCHA RAZON LO QUE COMENTAS DE LOS MAMANI CALCINA, EN VERDAD ES UN ASCO, PERO LAMENTABLE QUE NUETRA UNSA ESTE EN ESTOS ESENARIOS. SIN EMBARGO MOTIVARNOS A SEGUIR ADELANTE POR QUE NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA, SIGAMOS TRABAJANDO, SIGAMOS PREPARANDONOS PARA EL GRAN CAMBIO, Y ELLO SIGNIFICA DESTERRAR A TODA ESTA MIEDA DE MALOS DOCENTES QUE ESTAN DENTRO DE LA UNSA. INICIEMOS EL GRAN CAMBIO APLICANDO PRACTICA, VAMOS DESPERTEMOS Y TOMEMOS ACCIONES RADICALES CONTRA ESTA BASURA DE LOS MALOS DOCENTES ARGOLLEROS Y MAFIOSOS HIJS DE PUTA

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  90. pido a toda la bateria seria y buena onda de metalurgica decir NO a la corrupcion no dejes q te manejen si te dicen hay una solucion tu diles no a los corruptos de mierda esto es un llamado a los chicos de primero y segundo mas q todo chicos no se dejen manipular por la mierda de la corrupcion q no nos salpique la caca de los corruptos! NO A LA CORRUPCION!!

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  91. caramba, que joda, hace una hora me avisaron que JUVENAL MAMANI CALCINA puede ser el nuevo jefe de Agrorural, y leyendo esto, me quede alelado, necesito mas informacion acerca de este pata, es nacionalista??????, quien lo habra recomendado????

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  92. heyyyyyyyyyy cuanto se le paga al Pedro Zea para aprobar termo 1? haganme una lista de precios porfavor...para prevenir

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  93. Que pena lo que esta pasando en la facultad de Metalurgia de la UNSA, y pensar que cuando nos formamos alli no hubo todo lo que ahora esta sucediendo.
    Creo que deben hacer denuncias formales con pruebas y que los expectoren a estos chupasangre de la Universidad, que tanto quiero porque alli me forme.

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que opinas de estos salvajes...?