jueves, 21 de octubre de 2010

SABIAS QUE…

EN EL PROCESO ADMINISTRATIVO LIDERADO POR NUESTRO COMPAÑERO NAVARRETE POR COBROS INDEBIDOS A LOS ALUMNOS (COIMAS) Y POR ACOSO SEXUAL (ESTO YA VENIA DESDE LOS TIEMPOS DE LA PRIMERA DENUNCIA DE NUESTRO COMPAÑERO ONQUE) Y QUE ACABO CON EL ALEJAMIENTO DEL DOCENTE: JUAN HUGO RIVERA ZEBALLOS alias “GATO”; ADEMAS DEL YA FAMOSO HENRY VIOLANCO… PERDON POLANCO, ESTABA TAMBIEN EN ESTE PROCESO OTRO HOMBRECITO QUE EN AQUEL ENTONCES ENSEÑABA EL CURSO DE PROCESAMIENTO DE MINERALES 2 (HOY LE DICEN ANALISIS DE MINERALES) Y QUE RESPONDE AL APODO DE “CARCAMAN”…
Y SABEN PORQUE ESTABA EN ESTA INVESTIGACION?
PORQUE ERA EL PERRO FALDERO DE EL “GATO” Y HACIA LO MISMO QUE EL OTRO, A TAL PUNTO DE VENDER EL MISMO CD BAJADO DE INTERNET PERO A UN PAR DE SOLES MENOS…
HABLANDO DE DANIELITO… QUIERES QUE SAQUEMOS A LA LUZ ESE PROBLEMITA QUE TUVISTE HACE UN PAR DE SEMESTRES EN HIDRO?
COMO ES… TE DESAHUEVAS TU SOLITO O VENTILAMOS TUS PERLITAS?

92 comentarios:

  1. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  2. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  3. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  4. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  5. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  6. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  7. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  8. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  9. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  10. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  11. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  12. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  13. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  14. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  15. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  16. SALMO 19
    (18)
    Yahvé, sol de justicia
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
    el firmamento anuncia la obra de sus manos;
    3 el día al día comunica el mensaje,
    la noche a la noche le pasa la noticia.
    4 Sin hablar y sin palabras,
    y sin voz que pueda oírse,
    5 por toda la tierra resuena su proclama,
    por los confines del orbe sus palabras.
    En lo alto, para el sol, plantó una tienda,
    6 y él, como esposo que sale de su alcoba,
    se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
    7 Tiene su salida en un extremo del cielo,
    y su órbita alcanza al otro extremo,
    sin que haya nada que escape a su ardor.
    8 La ley de Yahvé es perfecta,
    hace revivir;
    el dictamen de Yahvé es veraz,
    instruye al ingenuo.
    9 Los preceptos de Yahvé son rectos,
    alegría interior;
    el mandato de Yahvé es límpido,
    ilumina los ojos.
    10 El temor de Yahvé es puro,
    estable por siempre;
    los juicios del Señor veraces,
    justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro,
    que el oro más fino;
    más dulces que la miel,
    más que el jugo de panales.
    12 Por eso tu siervo se empapa en ellos,
    guardarlos trae gran ganancia;
    13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
    De las faltas ocultas límpiame.
    14 Guarda a tu siervo también del orgullo,
    no sea que me domine;
    entonces seré irreprochable,
    libre de delito grave.
    15 Acepta con agrado mis palabras,
    el susurro de mi corazón,
    sin tregua ante ti, Yahvé,
    Roca mía, mi redentor.

    ResponderEliminar
  17. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  18. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  19. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  20. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  21. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  22. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  23. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  24. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  25. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  26. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  27. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  28. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  29. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  30. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  31. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    ResponderEliminar
  32. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  33. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  34. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  35. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  36. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  37. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  38. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  39. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  40. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  41. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  42. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  43. SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  44. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

    ResponderEliminar
  45. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

    ResponderEliminar
  46. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

    ResponderEliminar
  47. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

    ResponderEliminar
  48. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

    ResponderEliminar
  49. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

    ResponderEliminar
  50. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes,
    corre en mi ayuda, fuerza mía,
    21 libra mi vida de la espada,
    mi persona de las garras de los perros;
    22 sálvame de las fauces del león,
    mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
    23 Contaré tu fama a mis hermanos,
    reunido en asamblea te alabaré:
    24 «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
    estirpe de Jacob, respetadlo,
    temedlo, estirpe de Israel.
    25 Que no desprecia ni le da asco
    la desgracia del desgraciado;
    no le oculta su rostro,
    le escucha cuando lo invoca».
    26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
    cumpliré mis votos ante sus fieles.
    27 Los pobres comerán, hartos quedarán,
    los que buscan a Yahvé lo alabarán:
    «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
    28 Se acordarán, volverán a Yahvé
    todos los confines de la tierra;
    se postrarán en su presencia
    todas las familias de los pueblos.
    29 Porque de Yahvé es el reino,
    es quien gobierna a los pueblos.
    30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra,
    ante él se humillarán los que bajan al polvo.
    Y para aquel que ya no viva
    31 su descendencia le servirá:
    hablará del Señor a la edad 32 venidera,
    contará su justicia al pueblo por nacer:
    «Así actuó el Señor».

    ResponderEliminar
  51. SALMO 52
    (51)
    Juicio del pérfido
    1 Del maestro de coro. Poema. De David. 2 Cuando el edomita Doeg vino a avisar a Saúl diciéndole: «David ha entrado en casa de Ajimélec».

    3 ¿Por qué te glorías del mal, valiente?
    ¡Dios es fiel todo el día!
    4 Tu lengua, igual que navaja afilada,
    urde crímenes, autor de fraudes.
    5 El mal al bien prefieres,
    la mentira a la justicia; Pausa.
    6 te gusta destruir con la palabra,
    lengua embustera.
    7 Por eso Dios te aplastará,
    te destruirá para siempre,
    te arrancará de tu tienda,
    te extirpará de la tierra de los vivos. Pausa.
    8 Los justos lo verán y temerán,
    se reirán de él así:
    9 «Éste es el hombre que no hizo
    de Dios su refugio;
    confiaba en su inmensa riqueza,
    se jactaba de su crimen».
    10 Pero yo, como olivo frondoso
    en la Casa de Dios,
    en el amor de Dios confío
    para siempre jamás.
    11 Te alabaré eternamente
    por todo lo que has hecho;
    esperaré en ti, porque eres bueno
    con todos los que te aman.

    ResponderEliminar
  52. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  53. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  54. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  55. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  56. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  57. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  58. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  59. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  60. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  61. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  62. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  63. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  64. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  65. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  66. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  67. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  68. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  69. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  70. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  71. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  72. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  73. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  74. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  75. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  76. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  77. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  78. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  79. SALMO 4

    Oración vespertina
    1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

    2 Respóndeme cuando te llamo,
    Dios testigo de mi inocencia;
    tú, que en el apuro me abres salidas,
    tenme piedad y escucha mi oración.
    3 ¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi gloria,
    amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? Pausa.
    4 Sabed que Yahvé me distingue con su amor,
    Yahvé me escucha cuando le llamo.
    5 Temblad y no pequéis,
    reflexionad en el lecho y callad. Pausa.
    6 Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé.
    7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    ¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
    Yahvé, 8 me has dado más alegría interior
    que cuando ellos abundan en trigo y en mosto.
    9 En paz me acuesto y en seguida me duermo,
    pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo.

    SALMO 5 va al principio

    Oración de la mañana
    1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De David.

    2 Escucha mi palabra, Yahvé,
    repara en mi plegaria,
    3 atento a mis gritos de auxilio,
    rey mío y Dios mío.
    ¡A ti te suplico, 4 Yahvé!
    Por la mañana escuchas mi voz,
    por la mañana me preparo para ti
    y quedo a la espera.
    5 No eres un Dios que ame el mal,
    ni es tu huésped el malvado;
    6 no resiste el arrogante tu presencia,
    detestas a todos los malhechores,
    7 acabas con los mentirosos;
    al asesino y al hipócrita
    los aborrece Yahvé.
    8 Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
    me atrevo a entrar en tu Casa,
    a postrarme ante tu santo Templo,
    lleno de respeto hacia ti.
    9 Guíame, Yahvé, con tu justicia,
    responde así a mis adversarios,
    allana tu camino a mi paso.
    10 Que no hay firmeza en sus palabras,
    por dentro están llenos de malicia;
    sepulcro abierto es su garganta,
    su lengua habla con halagos.
    11 Trátalos, oh Dios, como culpables,
    haz que fracasen sus planes;
    expúlsalos, que están llenos de crímenes,
    que se han rebelado contra ti.
    12 Se alegrarán los que se acogen a ti,
    gritarán alborozados por siempre;
    tú los protegerás, en ti disfrutarán
    los que aman tu nombre.
    13 Tú bendices al inocente, Yahvé,
    lo rodea como escudo tu favor.

    ResponderEliminar
  80. SALMO 11
    (10)
    Confianza del justo
    1 Del maestro de coro. De David.

    En Yahvé me cobijo; ¿cómo, pues, me decís:
    «Huye, pájaro, a tu monte,
    2 que los malvados tensan su arco,
    ajustan a la cuerda su saeta,
    para disparar en la sombra contra los honrados?
    3 Si están en ruinas los cimientos,
    ¿qué puede hacer el justo?».
    4 Yahvé en su santo Templo,
    Yahvé en su trono celeste;
    sus ojos ven el mundo,
    sus pupilas examinan a los hombres.
    5 Yahvé examina al justo y al malvado,
    odia al que ama la violencia.
    6 ¡Lluevan sobre el malvado brasas y azufre,
    y un viento abrasador como porción de su copa!
    7 Pues Yahvé es justo y ama la justicia,
    los rectos contemplarán su rostro.

    SALMO 12
    (11)
    Contra el mundo mentiroso
    1 Del maestro de coro. En octava. Salmo. De David.

    2 ¡Sálvanos, Yahvé, que escasean los fieles,
    que desaparece la lealtad entre los hombres!
    3 Falsedades se dicen entre sí,
    con labios melosos y doblez de corazón.
    4 Acabe Yahvé con los labios melosos,
    con la lengua que profiere bravatas,
    5 los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza,
    nuestros labios nos defienden, ¿quién será nuestro amo?».
    6 Por la opresión del humilde, por el gemido del pobre,
    me voy a levantar, dice Yahvé,
    a poner a salvo a quien lo ansía.
    7 Las palabras de Yahvé son palabras limpias,
    plata pura a ras de tierra, siete veces purgada.
    8 Tú, Yahvé, nos guardarás,
    nos librarás de esa gente para siempre;
    9 los malvados que nos rodean se irán,
    colmo de vileza entre los hombres.

    SALMO 13
    (12)
    Clamor confiado
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¿Hasta cuándo, Yahvé? ¿Me olvidarás para siempre?
    ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
    3 ¿Hasta cuándo andaré angustiado,
    con el corazón en un puño día y noche?
    ¿Hasta cuándo me someterá el enemigo?
    4 ¡Mira, respóndeme, Yahvé Dios mío!
    Da luz a mis ojos, no me duerma en la muerte,
    5 no diga mi enemigo: «¡Le he podido!»,
    no se alegre mi adversario al verme vacilar.
    6 Pues yo confío en tu amor,
    en tu salvación goza mi corazón.
    ¡A Yahvé cantaré por el bien que me ha hecho,
    tañeré en honor de Yahvé, el Altísimo!

    ResponderEliminar
  81. SALMO 11
    (10)
    Confianza del justo
    1 Del maestro de coro. De David.

    En Yahvé me cobijo; ¿cómo, pues, me decís:
    «Huye, pájaro, a tu monte,
    2 que los malvados tensan su arco,
    ajustan a la cuerda su saeta,
    para disparar en la sombra contra los honrados?
    3 Si están en ruinas los cimientos,
    ¿qué puede hacer el justo?».
    4 Yahvé en su santo Templo,
    Yahvé en su trono celeste;
    sus ojos ven el mundo,
    sus pupilas examinan a los hombres.
    5 Yahvé examina al justo y al malvado,
    odia al que ama la violencia.
    6 ¡Lluevan sobre el malvado brasas y azufre,
    y un viento abrasador como porción de su copa!
    7 Pues Yahvé es justo y ama la justicia,
    los rectos contemplarán su rostro.

    SALMO 12
    (11)
    Contra el mundo mentiroso
    1 Del maestro de coro. En octava. Salmo. De David.

    2 ¡Sálvanos, Yahvé, que escasean los fieles,
    que desaparece la lealtad entre los hombres!
    3 Falsedades se dicen entre sí,
    con labios melosos y doblez de corazón.
    4 Acabe Yahvé con los labios melosos,
    con la lengua que profiere bravatas,
    5 los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza,
    nuestros labios nos defienden, ¿quién será nuestro amo?».
    6 Por la opresión del humilde, por el gemido del pobre,
    me voy a levantar, dice Yahvé,
    a poner a salvo a quien lo ansía.
    7 Las palabras de Yahvé son palabras limpias,
    plata pura a ras de tierra, siete veces purgada.
    8 Tú, Yahvé, nos guardarás,
    nos librarás de esa gente para siempre;
    9 los malvados que nos rodean se irán,
    colmo de vileza entre los hombres.

    SALMO 13
    (12)
    Clamor confiado
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¿Hasta cuándo, Yahvé? ¿Me olvidarás para siempre?
    ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
    3 ¿Hasta cuándo andaré angustiado,
    con el corazón en un puño día y noche?
    ¿Hasta cuándo me someterá el enemigo?
    4 ¡Mira, respóndeme, Yahvé Dios mío!
    Da luz a mis ojos, no me duerma en la muerte,
    5 no diga mi enemigo: «¡Le he podido!»,
    no se alegre mi adversario al verme vacilar.
    6 Pues yo confío en tu amor,
    en tu salvación goza mi corazón.
    ¡A Yahvé cantaré por el bien que me ha hecho,
    tañeré en honor de Yahvé, el Altísimo!

    ResponderEliminar
  82. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  83. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  84. SALMO 20 va al principio
    (19)
    Oración por el rey
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
    protéjate el nombre del Dios de Jacob!
    3 Te envíe socorro desde su santuario,
    sea tu apoyo desde Sión.
    4 Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
    encuentre sabroso tu holocausto;
    5 colme todos tus deseos,
    cumpla todos tus proyectos.
    6 ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
    celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
    ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
    7 Reconozco ahora que Yahvé
    dará la salvación a su ungido;
    le responderá desde su santo cielo
    con proezas victoriosas de su diestra.
    8 Unos con los carros, otros con los caballos,
    pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
    9 ellos se doblegan y caen,
    nosotros seguimos en pie.
    10 ¡Oh Yahvé, salva al rey,
    respóndenos cuando te llamemos!

    SALMO 21
    (20)
    Liturgia de coronación
    1 Del maestro de coro. Salmo. De David.

    2 Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
    le colma de alegría tu victoria.
    3 Le has concedido el deseo de su corazón,
    no has rechazado el anhelo de sus labios.
    4 Te adelantaste con buenos augurios,
    coronaste su cabeza de oro fino;
    5 vida pidió y se la otorgaste,
    largo curso de días para siempre.
    6 Gran prestigio le da tu victoria,
    lo rodeas de honor y majestad;
    7 lo conviertes en eterna bendición,
    lo llenas de alegría en tu presencia.
    8 Porque el rey confía en Yahvé,
    por gracia del Altísimo no vacilará.
    9 Que tu mano alcance a tus enemigos,
    que tu diestra alcance a los que te odian.
    10 Conviértelos en horno encendido,
    el día que aparezca tu rostro.
    Yahvé los tragará en su cólera,
    el fuego los devorará.
    11 Borrarás de la tierra su fruto,
    su semilla de en medio de los hombres.
    12 Aunque intenten hacerte daño,
    aunque tramen un plan, nada podrán.
    13 Que tú les harás retroceder,
    asestando tu arco contra ellos.
    14 ¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza,
    cantaremos, celebraremos tu poder!

    ResponderEliminar
  85. LOS METALOCOS DE INGENIERIA METALURGICA
    ESTOS HIJOS DE PUTA JODEN A QUIENES LOS DESAPRUEBAN COMO NO PUDIERON, ARREGLAR ESTOS ENFERMOS EL CURSO DE DISEÑO EMPEZO LA GUERRA CON EL DOCENTE, LUEGO SIGUE CON CORROSION, TECNOLOGIA NO FERROSA, Y PULVIMETALURGIA; ESTOS HUEVONES COMO CHUCHA SIGUEN EN NUESTRA ESCUELA ESTAS SON LAS PERLITAS QUE HAN HECHO ESTA PAGINA COJUDA LLAMADA METALOCO QUE LO UNICO QUE HACE ES JODER, Y JODER A TODOS YA QUE NADIE NOS QUIEREN DAR PRACTICAS Y MENOS NOS QUIEREN LLEVAR DE VIAJE CURRICULAR O VISITA TECNICAS GRACIAS A ESTOS CONCHA SU MADRE, SI NO VIAJAMOS EL JUEVES A LA SOUTHER, ES MEJOR QUE SE CUIDEN PORQUE YA NOS LLEGASTE AL HUECO MARICONAZOS Y EN LA ESCUELA CON SUS CARAS DE COJUDOS LO COMPONEN NO TE PREOCUPES QUE NOSOTROS TE LA ARREGLAMOS MEJOR CUANDO TE SACARON LA MIERDA POR IMBECIL POR QUERER AGARRARTE UN FLACA SI O NO DIEGO CERVANTES, CHIVO DE MIERDA SOLO AGARRALE EL PAJARO AL CAPAC ALARCON QUE ES CHIMBOMBO O SI NO A TU ROBERT FUENTE TORTEROS.
    LA ULTIMA ENCIMA JODEN A LOS INGs QUE NOS AYUDAN A LOS QUE ESTAMOS POR SALIR Y ESTUDIAMOS, ESTA SI LES VA HA COSTAR CARO AHORA LLAMEN A SU HOMBRE DERLY PARA LOS CUIDEN Y LOS APAPACHE CABROS, RUEGA QUE VIAJEMOS EL JUEVES SI NO MEJOR CAMBIANTE DE ESCUELA
    ASI ES ESTOS HIJOS DE PUTA QUE NO VIENEN A CLASES QUIEREN QUE LES REGALEN LAS NOTAS, Y SI NO LES DAZ SU GUSTO JODEN, MARICONES ESTUDIEN Y DEJEN DE PEDIR FAVORES Y DE ESCRIBIR COJUDES QUE NADIE LES HACE CASO PORQUE SOLO SON UNOS 8 IMBECILES, BURROS, SALUDOS PARA SU PAPI LOZADA. Yyyyyyy HAY QUE PAGAR LOS VOLANTES, A ROBERT NO LE ALCANZO LOS 1800 SOLES DE LOS CACHIMBOS.
    DIEGUITO A SI TE LLEVARA TU VIEJO A TRABAJAR A ANTAMINA, YO PRIMERO TE DESCONOZCO.
    CAPAC ALARCON QUE SENTISTE CUANDO TE AGARRASTE A LA RUTH, POR LO VISTO TE DEJO SIN CEREBRO.
    NUESTRAS JOYAS QUE DESPRESTIGIAN A NUESTRA QUERIDA ESCUELA

    ResponderEliminar
  86. por si no lo sabían el limbo significa vivir en el infierno y que le paso…………….. LAS PALABRAS TIENEN PODER POR ESO ANTES DE CANTAR ALGUNA CANCION ANALICE QUE ES LO QUE ESTA CANTANDO POR QUE ESO MISMO ESTARA DECLARANDO PARA SU VIDA ……………………….
    ¿CONOCIAS ESTOS HECHOS?
    SEGURO NO SABIAS HASTA AHORA QUE...
    ¡La muerte es cierta, pero la Biblia habla sobre la muerte intempestiva!
    Haga una reflexión personal sobre esto......
    Muy interesante, lea hasta el final.....
    Escrito en la Biblia (Galatians 6:7):
    No se engañe; De Dios no se burla NADIE
    en absoluto lo que un hombre ha sembrado, eso debe él recoger.
    Aquí estan algunos hombres y mujeres
    que se burlaron de Dios:
    John Lennon (Cantante):
    http://irom.files.wordpress.com/2009/04/johnlennon1.jpg
    Algunos años antes, durante su entrevista con una revista americana, él dijo:
    'La Cristiandad acabará, desaparecerá.
    Yo no tengo que discutir sobre eso.. Yo estoy seguro. Jesús era ok, pero sus asuntos eran demasiado simples. Hoy nosotros somos más famosos que Él' (1966).
    Lennon, después de decir que los Beatles eran más famosos que Jesús
    Cristo, le dispararon seis veces.
    Tancredo Neves (Presidente de Brazil):
    File:Tancredo Neves.jpg
    Durante la campaña Presidencial, él dijo que si consiguiera 500,000 votos de
    su fiesta, ni Dios lo quitaría de la Presidencia.
    Efectivamente él consiguió los votos, pero se enfermó un día antes de ser hecho
    Presidente, y murió..
    Cazuza (el compositor brasileño Bi-sexual, cantante y poeta):
    http://nem1e99.files.wordpress.com/2009/04/cazuza.jpg
    Durante una muestra en Canecio (Río de Janeiro), mientras fumaba su cigarro, él resopló fuera algún humo en el aire
    y dijo: 'Dios esto es para ti.'
    Él se murió a la edad de 32 de SIDA de una manera horrible.
    http://leonardowagner.files.wordpress.com/2009/11/cazuza-1.jpg

    ResponderEliminar
  87. El hombre que construyó el Titánic
    Después de la construcción del Titanic, un reportero le preguntó cuan seguro sería.
    Con un tono irónico él dijo:
    'Ni Dios puede hundirlo'
    El resultado: Yo pienso que usted y todos sabemos lo que le pasó al Titánic
    Marilyn Monroe (Actriz)
    http://www.brooklynmuseum.org/exhibitions/marilyn_monroe/images/marilyn_monroe_sig_335.jpg
    Ella fue visitada por Billy Graham durante una presentación de un show.
    Él dijo que el Espíritu de Dios le había enviado a predicarle a ella.
    Después de oír lo que el Predicador tenía que decir, ella dijo:
    'Yo no necesito a su Jesús.'
    Una semana después, ella se encontró muerta en su apartamento.
    Bon Scott (Cantante)
    http://scrapetv.com/News/News%20Pages/Entertainment/images-2/bon-scott-performing.jpg
    El ex-vocalista de AC/DC. En una de sus canciones de 1979, cantó:
    No me detenga, yo estoy bajando todo el camino, bajando por la carretera al infierno'.
    (highway to hell)
    "Nobody's gonna slow me down
    Like a wheel, gonna spin it
    Nobody's gonna mess me round
    Hey Satan, payed my dues
    Playing in a rocking band
    Hey Momma, look at me
    I'm on my way to the promised land
    I'm on the highway to hell
    (Don't stop me)
    And I'm going down, all the way down
    I'm on the highway to hell"

    El 19 de febrero de 1980, Bon Scott se encontró muerto, ahogado por su propio vómito.
    Campinas (EN 2005)

    ResponderEliminar
  88. En Campinas, Brasil un grupo de amigos, borrachos, fue a recoger una amiga.....
    La madre la acompañó al automóvil y estaba tan angustiada sobre
    la embriaguez de sus amigos y le dijo a la hija , sosteniendo su mano, ya sentada en el automóvil:
    'Mi hija, Vaya Con Dios y permita que Él la Proteja..
    Ella respondió: 'Sólo Si Él (Dios) viaja en el maletero, porque aqui dentro ya está Lleno '
    Horas despues las noticias vinieron que ellos habían estado envueltos en un fatal accidente, todos habían muerto, el automóvil no podría reconocerse, pero sorprendentemente, el maletero estaba intacto.
    La policía dijo que no había ninguna manera de que el maletero podría permanecer intacto.
    Dentro del maletero habia una canasta de huevos, para su sorpresa, ninguno estaba roto.
    Christine Hewitt (Periodista jamaiquina y animadora) dijo:
    La Biblia ( la Palabra de Dios) fue el peor libro escrito en la vida.
    En junio del 2006 ella se encontró quemada imposible de ser reconocida en su carro
    *******************************************
    Muchos de las personas más importantes se han olvidado, que no hay ningún otro nombre al que se dio tanta autoridad como el nombre de Jesús.
    Muchos se han muerto, pero sólo Jesús se murió y subió de nuevo, y él está vivo.
    'Jesús'
    P/D Si fuera un chiste, tu lo habrías enviado a todos. Así que
    vas a tener el valor para enviar esto?.
    Yo he hecho mi parte, Jesús dijo:
    'Si tu te avergüenzas de mí,
    Yo también me avergonzaré de ti ante mi padre.'
    Señor, yo te amo y te necesito, entra en mi corazón, y bendiceme a mi, mi familia, mi casa, y mis amigos, en el nombre de Jesús. Amén.'

    ResponderEliminar
  89. ESTAN CAGADOS NADIE LES DARA CHAMBA SON TAN IDIOTAS QUE NO MIDIERON LAS CONSECUENCIAS, EN CERRO VERDE YA TIENE INFORMACION SOBRE ESTOS TRES IMBECILES, ROBERTO FUENTES RIVAS, DIEGO CERVANTES HURTADO, Y CAPAC ALARCON, Y ASI SE VA HA IR SUMANDO MAS EX ALUMNOS PARA UNIRSE Y NO DEJAR QUE ESTA LACRA DE TRES IMBECILES JODAN UNA LARGA CARRERA Y PRESTIGIO QUE QUIEREN JODER, ASI QUE MEJOR DEDIQUENSE A OTRA COSA

    ResponderEliminar
  90. QUE SERA DE LA VIDA DE NAVARRETE, EL ZORRITO Y LA MICHELL, TENDRAN CHAMBA O ESTAN MENDIGANDO, TIENEN MUCHO QUE PENSAR ESTOS IDOTAS DE LA PROMO 2006 QUE SON FUENTES RIVAS ROBERTO, DIEGO CERVANTES HURTADO Y CAPAC ALARCON DONDE TRABAJARAN POR HACER HUEVADAS, SE JODIERON, DANIELITO NO LOS MATRICULES SI NO QUIERES MAS PROBLEMAS DE LOS QUE TIENES, JAJJAJAJAJA

    ResponderEliminar
  91. ES CIERTO EL METALOCO ESTA BIEN RESPALDADO NO CUENTEN VICTORIA Y QUIENES SON ESOS, POR LO VISTO TU NO SABES CON QUIEN TE METES CUIDADO, LIMPIEN METALURGIA DE LAS LACRAS DE LA ENSEÑANZA, DESPIERTEN CARAJO Y NO SE DEJEN ESTAFAR EN CONOCIMIENTOS.

    ResponderEliminar
  92. jajajajajajjaaj me meo de risa como que el metaloco esta bien repsaldado a ti nu tu puta mdre te aapoya metaloco y mejor dicho a uds ya estamos an un nuevo año y no paso nada a sera porque el metaloco es el bolaños y ya no saca nada porque no le combiene

    ResponderEliminar

que opinas de estos salvajes...?